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Publicado por
León

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Al cementerio de Rimor, en el careo sur de la Iglesia de San Jorge, a falta de un tejo le han colocado un evónimo, del que nadie parece recordar desde cuándo lleva plantado, pero al que saben apreciar por sus frutos encarnados en el inicio del invierno y, sobre todo, por su aspecto recostado. El tronco de este arbusto se iba inclinando a medida que engordaba con los años, de tal forma que los especialistas creyeron necesario colocarle un pilar, que a modo de dura almohada, evitará su contacto con el suelo. El árbol pertenece a la especie Bonetero del Japón (Euonymus japonicus) y su altura es de 4,50 metros.

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