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C on unos 400 habitantes, un entorno natural idóneo para la explotación turística y una arraigada tradición truchera, Sobrado lucha, como otros muchos municipios del Bierzo, por conseguir un nuevo impulso, por encontrar la forma de generar empleo dentro de su territorio para favorecer el asentamiento de población y, con ello, el desarrollo del medio rural. Los ríos Selmo y Sil dibujan la parte más baja de su orografía y, desde arriba, vigilan expectantes las formaciones rocosas de la Tara, el Pinouco y el Pinouquín. Tres estandartes naturales que dibujan la frontera de un territorio en el que también sobresalen las grandes extensiones de castaños y donde al sector turístico le queda mucho camino que andar, dado que inconmensurables son las posibilidades que todavía están por explotar.

Comienzan a surgir los establecimientos de turismo rural y en fase de ebullición está también un proyecto económico que podría generar nada menos que 200 empleos. La intención de la multinacional china Ocean Resources de reabrir la mina de plomo, plata y zinc que comparten Requejo y Friera sería una alternativa más que buena para un municipio de pizarra y caliza incluido en el grupo de los no energéticos que pide también un plan de empleo como los que se han desarrollado en las cuencas mineras. También aquí se han perdido industrias o han quedado reducidas a una tercera parte. De hecho, hasta el año 2004 tres empresas operaban en Sobrado creando ochenta puestos de trabajo. Hacia ahí mira el Ayuntamiento tratando de revertir la situación y en ese objetivo juega un papel fundamental el proyecto abanderado por la multinacional china que, de momento, aguarda los permisos de la Junta de Castilla y León para poder seguir adelante. No en vano, responsables de la compañía e ingenieros españoles han viajado ya al país nipón para decidir de qué manera se van a realizar los sondeos. Su fin no es sólo la explotación, sino también la fundición de los metales en Sobrado, lo cual generaría un valor añadido y consolidaría la oferta de empleo no sólo para los vecinos de este municipio, sino para todo el Bierzo.

De esta forma, los valores naturales y paisajísticos, agrícolas, selvícolas y también industriales permitirían a Sobrado dejarse ver tal cual es: un municipio con mucho que aportar, una de las zonas de producción de castañas más importantes de España, un término municipal idóneo para la pesca, para la práctica de deporte, para el descanso o el deleite en alguna de sus piscinas fluviales. Una tierra de buen comer entre cuyos plantos sobresalen, como en ningún sitio de la geografía berciana, las truchas y las anguilas.

Sobrado, Friera, Cancela, La Ribera de Cabeza de Campo, Portela de Aguiar, Sobredo, Requejo y Santo Tirso conforman este municipio del Bierzo Oeste, frontera de la comarca a la que pertenece con Galicia. Por eso, el propio Ayuntamiento compromete parte de su futuro a la autovía A-76. Mejores comunicaciones, mayores posibilidades de desarrollo, pues es más fácil crecer cuando el acceso es más rápido para quienes pueden darte el impulso, caso de los turistas.

No lejanas a Sobrado se erigen Las Médulas, con las que este municipio comunica a través de la denominada Ruta del Oro, de 20 kilómetros de longitud. También la Mirada Circular alcanza su territorio, integrándolo en la maraña de rutas que pone el Bierzo a disposición de avezados o noveles senderistas. Su arquitectura tradicional berciana de piedra, pizarra y madera; la idiosincrasia de su ubicación en terreno fronterizo, sus majestuosas vistas o el papel que la mitología le otorga como posible ubicación del Monte Medulio, en el que tuvo lugar la última batalla entre galaicos, astures y cántabros con las legiones romanas, forman parte de su esencia, del atractivo que los convierte en un destino turístico ideal para los amantes del interior. Y si no hay mar, para eso están las playas fluviales.