casa ramón: sabor, sabor
Que el producto sepa a lo que es sin que ningún añadido desvirtúe el sabor de la materia prima principal. Bajo esta premisa trabaja Casa Ramón de Molinaseca. El pescado del Cantábrico forma parte de su esencia, como los productos de temporada que garantizan la frescura. El restaurante se complementará próximamente con un hotel rural.
T reinta y cinco años lleva Casa Ramón dando de comer en Molinaseca. La suya es una cocina tradicional, sin grandes sofisticaciones pero de imponente sabor, en la que sobresalen los pescados del cantábrico, frescos y con tiento; y también las carnes que están en la base de platos como la perdiz de temporada a la toledana o el solomillo Casa Ramón. Entre las especialidades en pescado: el mero asado con puré de patata, yogur y vinagreta de boletus; o el rape a la plancha con alioli y caviar de oricios. Si la boca aún no se ha hecho agua, basta con llegar al postre. Elaboraciones que, como el resto de la carta, se apoyan mucho en los productos de temporada —para garantizar la frescura— y de la tierra, como la castaña. Resalta, en el apartado más dulce, la sopa de castañas con pastel de castaña y castañas en almíbar. Una redundancia capaz de conquistar cualquier paladar.
Con un comedor con capacidad para sesenta comensales, Casa Ramón abre también sus puertas a la celebración de cualquier evento. Bautizos, comuniones o bodas pequeñas tienen cabida en sus instalaciones, que próximamente serán implementadas con la apertura de un hotel rural. Molina Real se llamará y estará ubicado al lado del restaurante. Tan sólo un mes resta para su puesta de largo y contará con nueve habitaciones. Igualmente está en construcción su página web.
Por lo tanto, una cocina tradicional y de producto buscado al detalle para garantizar la calidad y cocinado de manera que no se desvirtuen los sabores de la materia prima. Esto ofrece Casa Ramón, que también ofrece un menú diario con cinco primeros y otros tantos segundos a elegir. La ensalada de centollo y frutas de temporada, los puerros con cecina, las alcachofas con langostinos y foie, la crema de patata con pulpo y gamas al ajillo o la ensalada de escarola con granada y boletus también son parte de una oferta culinaria que si bien suena, mejor sabe. Hay que probarla.