Cerrar

Tradición y respeto

Elaborar vinos únicos a partir de la uva de las cepas más viejas y bajo la imposición del más absoluto respeto. a la variedad y la tradición. No hay otros prieto picudo como los ‘Pricum’..

Viejas viñas en rastrera y fermentación en tinas de madera son elementos diferenciadores en la elaboración y los vinos de Margón. B. FERnÁNDEZ

Publicado por
RAFAEL BLANCO
León

Creado:

Actualizado:

R ecuperar el espíritu de los vinos históricos de la zona, respetar la singularidad de la variedades autóctonas y elaborar con métodos de trabajo ancestrales. La aplicación estricta de esas premisas que se impusieron como doctrina fundacional en el nacimiento de Margón como proyecto vitivinícola de la mano de los dueños de la bodega, Alfredo Martínez Cuervo y Eugenio González Rubio, ha dado como resultado con el paso de los años los vinos más genuinos y, sin duda alguna, también los de más alta calidad de la zona de producción.

Pero a la rigurosa aplicación de esos principios hay que sumar otro elemento diferenciador de gran valor: la sabiduría, experiencia e ina-gotable creatividad de Raúl Pérez Pereira como responsable técnico de la bodega. Su profundo conocimiento de las variedades autóctonas Albarín y Prieto Picudo, sobre las que la sociedad limita su actividad, y de los procesos de vinificación y su compromiso con la tradición y el respeto a la identidad de la uva convierten el proyecto enológico de Margón en ejemplar en todos los sentidos. Otra cosa es la rentabilidad, hoy por hoy relegada a un segundo plano. Si no fuera así, sería un asunto finiquitado hace tiempo, no sólo por los costes de producción de la uva —es la única bodega que elabora sólo con viñedo viejo, porque es la única que lo tiene, con apenas medio kilo de rendimiento por cepa—, sino también por los medios técnicos para la vinificación —tinas de madera y barricas de roble de las más altas calidades— y el inmovilizado que acumula en la cava. «Nuestro trabajo con los vinos es a muy largo plazo, porque el Prieto Picudo es una variedad muy dura y precipitar su consumo, como hacen la mayoría de las bodegas, es un error. La cuestión es cómo explicas al consumidor que tus vinos son para beberlos dentro de siete u ocho años. No es entendible para la gente en general, pero lo cierto es que sólo cuando han pasado incluso ocho o diez puedes comprobar que, efectivamente, están elaborados a conciencia», afirma Pérez Pereira.

«Nuestra apuesta, más allá de todo lo que hemos hecho hasta ahora, es profundizar en la diferenciación de los suelos y elaborar por zonas, incluso por viñas: hacer muchos tintos diferentes a partir de métodos de trabajo ancestrales y del más absoluto respeto al espíritu de los vinos históricos de la zona y a las condiciones de la uva», explica el enólogo español más aclamado internacionalmente. En ese sentido, la bodega, que ya cuenta con dos tintos de finca, además de un voluntario, blancos y rosados en barrica y un dulce, añeja ya un tercer vino de pago. El Pricum La Milana —cuatro pequeñas parcelas en el camino de Pobladura— madura ya por tiempo indefinido en catorce barricas.

Cargando contenidos...