Esta noche te cuento

«Lo bueno, si breve, dos veces bueno», dice la sentencia popular. Quizás porque se crea que la brevedad exige precisión e impide caer en explicaciones innecesarias. «No le toques ya más,/que así es la rosa», decía un famoso poema hiperbreve de Juan Ramón Jiménez. Tanto él como otro Ramón, el de las greguerías, figuran como los padrinos contemporáneos de la microficción. Desde entonces, autores como Lorca, Baroja o Cunqueiro probaron suerte en el género del microrrelato, del minicuento, del relato mínimo, del cuentín, que así y de más maneras se llama a las narraciones de entre una línea y medio folio, por poner unos límites. ¿Cuál es el cuento más breve de la historia? Pues pasa por ello uno de Augusto Monterroso que reza así: “Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí”. Siete palabras, ni una más. Con las nuevas tecnologías, la difusión del minicuento ha cobrado nuevo impulso, pues, además de las numerosas antologías en papel, existen páginas especializadas en la creación y difusión de estas obras literarias. Y ahí es donde viene mi recomendación: «Esta noche te cuento» (http://estanochetecuento.com) es un espacio donde el lector interesado puede encontrar textos de calidad, y el aficionado tendrá a su disposición un animado grupo de discusión y crítica del género. La idea de crear este espacio la tuvo Juan Morán hace unos años, para promocionar unas casas rurales. Se trataba de poner a disposición de los clientes un librito con los mejores microcuentos del año, como lectura de mesita de noche. Pero hoy por hoy «Esta noche te cuento» es algo más. Prueben a sumergirse en cada una de sus secciones y lo comprobarán. Y por supuesto visiten El molino de Bonaco, en las inmediaciones de San Vicente de la Barquera, y Sendero del agua en San Vicente del Monte. No hace falta que lleven lectura en la maleta.