Diario de León

Mucho más que una mina

La patrona y guía de los mineros vigila desde el interior la reconversión del pozo Julia en un recurso turístico estratégico que no sólo cuenta la historia de la minería, sino se ha convertido también en escaparate de varias exposiciones y taller de artistas como Julio López y Antonio López. La visita a Fabero comienza en sus entrañas.

Interior de la mina que es emblema de Fabero y que, reconvertida en una especie de museo vivo, se puede visitar para comprender cómo era la vida de los mineros en el tajo.

Interior de la mina que es emblema de Fabero y que, reconvertida en una especie de museo vivo, se puede visitar para comprender cómo era la vida de los mineros en el tajo.

Ponferrada

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El pozo Julia forma parte de la historia de Fabero, de su esencia y de su propio ser. Fiel reflejo de lo que la actividad minera supuso para este municipio, tiene reservado un papel crucial: unir pasado y futuro para que las generaciones venideras no se alejen de una actividad productiva que forma parte del ADN del Bierzo. Construido a mediados del siglo XX, este pozo vertical de tres plantas y 275 metros de profundidad en el que lo más característico es, en cambio, su castillete; es mucho más que un vestigio minero. Sobre sus cimientos reposa un gran proyecto turístico y cultural que, no obstante, no comprometerá nunca la imagen original de su estructura. Santa Bárbara, patrona y fiel guía de los mineros, comanda desde el interior del pozo esta reconversión y recibe a quienes deciden dedicar unas horas a conocer la historia de Julia.

Minería y cultura se dan la mano en torno a exposiciones de diversa índole, actividades interpretativas o ferias. De entre todos los eventos que en los últimos años han tenido lugar en sus instalaciones, destaca la exposición de la Universidad Complutense de Madrid, adherida a las denominadas becas Cian, lámpara que sostiene con firmeza el Ayuntamiento de Fabero para mantener encendida la luz de esta mina de interior que puede visitarse durante todo el verano. Además de ver de cerca las instalaciones mineras, conservadas como en los años 50; el visitante podrá disfrutar de dos exposiciones: Las gafas del belga, sobre la historia y la memoria de la minería en el Bierzo y Laciana, y Exhumando fosas, recuperando dignidades, una muestra de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

La minería es, por lo tanto, la materia prima en la que Fabero apoya su desarrollo turístico mientras mantiene la pugna por dar forma al ansiado parque temático. Un pozo de carbón que en la cuenta ha tenido más valor que el propio oro y que se ha convertido en un recurso estratégico visitable, con el acompañamiento de guías, todos los días de la semana salvo los lunes (11.30 y 18.30 horas). Además, quienes quieran vivir más de cerca la historia ligada al carbón, pueden incluso hospedarse unos días en las tres viviendas mineras que el Ayuntamiento ha dispuesto como alojamientos turísticos. Una están en el poblado Diego Pérez y las otras dos en el entorno del propio pozo Julia.

El pozo Julia es un recurso turístico estratégico que ofrece la posibilidad de entrar y vivir el mundo de la minería. L. DE LA MATA

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