congelados vicente castañón
una historia de pioneros
Congelados Vicente Castañón. Calle La Rúa 33, Pérez Galdós 3 y San Mamés 14. 987 24 85 25. Con tres tiendas en la capital y unas vanguardistas instalaciones en Trobajo del Camino, esta empresa continúa sus planes de expansión con la idea de crear un franquiciado de establecimientos fuera de la capital leonesa
U n camión, o como le gustaba decir a él ‘un Avia’ fue la primera piedra que Vicente Castañón colocó allá en 1977 para fundar lo que hoy es una de las empresas de congelados con mayor solera del noroeste español. «Le gustaba repartir por León», recuerdan Vicente, Noelia, Fran y Eva, hijos y herederos del negocio en la actualidad. Junto a su mujer —Mila Sánchez— este visionario se sumergió de lleno en el por aquel entonces «casi desconocido mundo de los congelados» empeñado en ofrecer calidad y variedad. Pronto llegaría la primera nave en la carretera Asturias. «Sacaban el trabajo entre los dos a base de echarle horas», remarcan los encargados de darle vida a la segunda generación. «Hay una tercera en camino», confiesan.
Lejos de conformarse, en los años 80 comenzaría su particular plan de expansión. «Adquirieron más camiones» conquistando plazas hasta la fecha desconocidas como las provincias de Zamora, Palencia y más tarde Valladolid o Asturias. Para entonces sus mariscos y pescados, así como sus carnes, precocinados y verduras ya eran toda una institución en la capital. Aunque el fundador pensó que resultaba clave acercarse no sólo a los grandes compradores sino también al pequeño cliente.
Fue así como Congelados Vicente Castañón sumó al reparto tradicional las tiendas en la ciudad. «Lo primero fue un vivero en República Argentina, pero hoy ya no existe». Casi con los años 90 llamando la puerta inauguraron el famoso establecimiento de La Rúa. «Se convirtió en la primera tienda de congelados que hubo en León», puntualiza Eva. San Mamés y El Crucero serían las siguientes. Pero sin duda alguna, el impulso definitivo de la empresa vendría hace nueve años cuando se trasladaron de Ventas oeste al Polígono Industrial de Trobajo del Camino. Allí les esperaban 3.300 metros cuadrados de superficie y 6.000 metros cúbicos de frío.
Con la tecnología más vanguardista y la calidad de siempre, el próximo reto de esta empresa familiar es expandirse aún más por Valladolid, entrar en Salamanca y «buscar inversores para poner en marcha un franquiciado de tiendas fuera de León». Planes ambiciosos que demuestran la inquietud y el interés de Vicente y Eva por escribir otro capítulo histórico. La última crisis pasó factura como a todos, pero les ayudó a reinventarse una vez más y a espantar el intrusismo creciente. «Ahora hablamos ya de ultracongelados, que garantiza los máximos estándares de calidad». Una empresa hecha a sí misma que nunca se detiene y que mira al futuro con optimismo.