embajador culinario

Ha ce más de 30 años que abrió sus puertas en Puente Boeza (Ponferrada) y desde entonces ha mantenido la esencia que le ha hecho único adaptándose, eso sí, a las necesidades del mercado nupcial actual. El restaurante Embajadores es especialista en la organización de bodas y eventos en sus amplias instalaciones, pero también cuida al detalle el trabajo diario, la carta y el menú que ofrece cada día, apoyado en una cocina tradicional como pocas, donde la carne, el pescado y el marisco saben a lo que son. Ahora que es época de platos contundentes, nada mejor para disfrutar del Bierzo que hacerlo a través de los fogones de este histórico restaurante.

Su trabajo es bien conocido en la comarca por la calidad del servicio, el trato personal y humano y unas prestaciones que siguen una regla básica: calidad a buen precio. Ecuación que Embajadores extrapola a la organización de bodas. Hasta siete menús diferentes y personalizables, además de un extenso cóctel de bienvenida y una amplia carta de sorbetes y postres; dos salones de gran capacidad, una carpa acondicionada y una zona ajardinada convierten a este establecimiento en una opción más que segura también para el bolsillo. En la flexibilidad y adaptación a las necesidades y posibilidades de cada cliente radica su éxito.

Embajadores echa mano de la tradición culinaria, con platos preparados siguiendo los patrones de la cocina de más arraigo, donde la cantidad es un aliciente fundamental. En este restaurante ningún comensal se queda con hambre. Además, en los últimos años la excelencia de sus fogones se ha combinado con una modernización de las instalaciones para, también en este aspecto, cubrir las expectativas de los clientes más exigentes. Su zona ajardinada y la carpa colindante son perfectas para la celebración de ceremonias civiles, la realización de los cada vez más importantes cócteles previos al banquete nupcial y, cómo no, la fiesta y la recena con las que termina cada boda.

En Embajadores, hay calidad, hay cantidad y también espacio suficiente. Dos grandes salones con capacidad para acoger a 120 y 240 comensales, respectivamente, y su amplio aparcamiento dan cuenta de ello. Además, su ubicación en el Puente Boeza es otro punto a su favor: cerca pero lo suficientemente lejos de Ponferrada, garantizando así todas las comodidades de estar a un paso de la ciudad y también la intimidad propia de un entorno como el suyo.

Todo estos factores hacen de este restaurante ponferradino una referencia no sólo en la capital, sino en todo el Bierzo. Un papel destacado que se ha ganado a pulso, con años de trabajo y dedicación al sector de la hostelería. 34 años han pasado desde 1982 y origen y presente siguen compartiendo la misma esencia gastronómica.