talante natural
Entre los atributos de Ponferrada está el natural. El municipio que sustenta a la capital del Bierzo es eminentemente rural y paisajístico y ofrece innumerables posibilidades a los amantes del deporte de naturaleza. Citas como la Travesía Integral de los Montes Aquilianos, la Mountemplaria, la Tebaida Berciana, la Villanueva Trail o los 101 kilómetros Peregrinos ponen a Ponferrada en el mapa de las competiciones deportivas y permiten descubrir un entorno de extraordinaria belleza ideal para el turismo familiar
Una paseo por el Valle del Silencio protagoniza esta composición fotográfica en la que también hay imágenes de la carrera de montaña Tebaida Berciana en Peñalba de Santiago, la Villanueva Trail o los 101 kilómetros Peregrinos que concita a miles de ciclis
P onferrada es un destino turístico perfecto por muchos factores. El cultural, el patrimonial o el gastronómico están más que acreditado, pero también es inmenso su potencial natural y la disposición del entorno de la urbe para la práctica de deportes como el trail running, el senderismo, las rutas de ciclismo de montaña o, simplemente, para disfrutar de un paseo entre frondosos árboles y a la vera de alguno de los ríos que riegan el municipio, serpenteando paisajes de extraordinaria belleza.
La Travesía Integral de los Montes Aquilianos, con más de veinte años de historia; los 101 Kilómetros Peregrinos, la Mountemplaria, la Tebaida Berciana, la Villanueva Trail, la media maratón 21 Lunas y Media, la San Silvestre y el Duatlón Ciudad de Ponferrada son algunos ejemplos de citas que convierten a la capital berciana en punto señero de la competición deportiva. Pero no todos son pruebas; el Valle del Silencio, con la Aquiana de vigía; el Monte Pajariel; el valle del Oza, la Silla de la Yegua y Pico Tuerto, Los Barrios... Todos ellos son destinos perfectos para disfrutar de un día de naturaleza en función del grado de preparación. Se puede alcanzar la cumbre en la Silla de la Yegua o se puede disfrutar de una caminata más relajada en el entorno de Valdefrancos, San Clemente y Villanueva de Valdueza o el Pajariel; hacerlo además entre viñedos en la zona de Toral de Merayo o San Lorenzo. Hay para todos los gustos y niveles pero claro queda que oferta sobra.
En Ponferrada disfrutan quienes, corriendo o en bicicleta, llegan para competir en su territorio; pero también sus acompañantes pueden sacar partido a la visita. Las posibilidades que la capital del Bierzo ofrece al turismo familiar son tan amplias como las alternativas en materia de ocio y cultura: aprovechar el corazón comercial de la ciudad o aproximarse a su identidad en algunos de los museos —el del Bierzo, el de la Radio y el del Ferrocarril— y el Castillo de los Templarios, custodio también de la colección Templum Libri; deleitar al paladar con lo mejor de la gastronomía berciana en una ciudad de ‘pincheo’ en la que ninguna consumición se sirve sola; explotar lo que parques como el del Temple o el del Plantío y paseos como el del río Sil ofrecen en pleno casco urbano.
Por lo tanto, más allá del asfalto hay un mundo por descubrir en un municipio que le debe mucho al medio rural. Enclavada entre montañas, Ponferrada es cultural, es patrimonial, es gastronómica, pero es, sobre todo, natural; como sus paisanos. Abre a los visitantes un abanico de posibilidades comandado por el valle del Silencio, porque es aquí donde se concentra la mayor belleza, la esencia de un perfume que huele a robles y a castaños, a encinas y a acebos, a cerezos y a abedules. Las visitas refrendan el reinado del valle que cobija a Peñalba y a Montes, pero cualquier punto del municipio es igual de óptimo para entrenar al cuerpo y hacer sonreír al alma.