la alquitara
calidad de gama alta
Este ‘wine bar’ y tienda gourmet del centro de Ponferrada ofrece a sus clientes productos marcados con sellos de calidad. Una amplia selección de vinos, cavas, champanes y licores; además de quesos y embutidos cien por cien ibéricos
l. de la mata
A brió sus puertas el pasado mes de marzo y es un de los establecimientos de hostelería de moda en Ponferrada. El ambiente, la atención, la decoración y, sobre todo, la calidad del producto —tanto en su faceta de bar como de tienda— lo han colocado en pocos meses entre las preferencias de los ponferradinos. El sector del vino es uno de los pilares de su identidad y da nombre al local, pero en La Alquitara, el cliente puede encontrar una amplia variedad de productos de gama alta.
Bar y tienda gourmet, dos en uno, La Alquitara dispone de hasta sesenta referencias de vinos con denominación de origen, algunos reconocidos con cien Puntos Parker; así como una importante selección de cavas y champanes, y también licores. Productos ibéricos (jamón, cecina, chorizo, lomo o salchichón) de Huelva y Salamanca, quesos con sello de calidad de Zamora o Idiazábal, entre otros; conservas y ginebras premium, cafés Nespresso, turrones y, por supuesto, productos del Bierzo integran también la carta de este establecimiento, abierto al público de 9.00 a 23.00 horas en el número 13 de la calle Dos de Mayo, en pleno centro de la capital berciana.
Si la tienda es un primor, la sección de ‘wine bar’ no se queda atrás. Ideal desde primera hora, pues ofrece desayunos con zumo de naranja ecológica incluido. De la mañana a la tarde y llega la hora de los vinos y las copas o cócteles de después. Y como complemento, unas tapas de primera, cuidadas al detalle también lo que a su presentación se refiere. Desde croquetas caseras de jamón ibérico, hasta embutidos premium, tablas de quesos, callos de elaboración casera o hígado encebollado. Hay para todos los gustos.
La Alquitara ofrece un contenido de altísima calidad envuelto en un continente exquisito. El establecimiento, en cuya decoración se han involucrado directamente los propietarios, mezcla pasado y presente y está íntimamente relacionada con el mundo del vino, como la alquitara que da nombre al local y que es una herencia familiar. «Queremos transmitir una historia con elementos que, en muchos casos, hemos restaurado. Todo es muy personal», aseguraron fuentes de la gerencia.