El mencía más sincero
Nunca decepciona. Quien lo elige sabe lo que pide y sabe muy bien que no se equivoca. Es un valor seguro. Lo es . el Bierzo en su globalidad. ‘Losada’ es el mencía total, el bierzo más sincero.
Es un mencía de fusión . Todo el Bierzo vitivinícola en una botella. Y a partir de esa identidad y de esa concreción se le pueden añadir muchas otras consideraciones. Muy identificativo, excepcionalmente representativo, universal en su aceptación, marcadamente arcilloso, de muy definido e inequívoco carácter, homegéneo en la sucesión de añadas y excelente en su valoración general... lo que caprichosamente se antoje a cada cual en cada momento. Pero una cosa es bien cierta: cuando alguien elige un Losada pone un acierto seguro sobre la mesa, un parapeto contra el error.
Diez cosechas después de que Amancio Fernández Gómez idease ese mencía de la globalidad minúscula del Bierzo, el Losada , vino bandera de la bodega de la que toma el nombre, sigue siendo fiel a la idea primigenia que universaliza el Bierzo vitivinícola: viñas de más de ochenta años de Valtuille de Arriba y Valtuille de Abajo —el 50% de su aportación—, pero también de Villadecanes, de Molinaseca, San Lorenzo y Villar de los Barrrios, e incluso de Cabañas Raras y Ortiguera... que por esas diferencias de latitudes y altitudes, y también de orientaciones, se vendimian de manera escalonada hasta con tres y cuatro semanas de diferencia.
El Losada 2015 , que puntual e infalible llega al marcado al filo del cambio del año siguiente al de la añada, se presenta avalado de nuevo por las altas puntuaciones y calificaciones de su predecesor, pero con diferencias sustanciales marcadas por la imposiciones del proceso vegetativo y las condiciones de la vendimia. «Es una añada más madura, muy golosa y con un punto muy interesante de frescura», defiende Amancio Fernández. «Más completa que la de 2014, quizá por ese punto óptimo de maduración que no pudo alcanzarse con la vendimia anterior por las lluvias y por la posibilidad en este caso de programarla de una manera escalonada y ordenada en función del estado de la uva», argumenta el enólogo. «Va a ser, sin duda, lo está siendo ya —añade— una añada de grandes tintos».
Mientras el vino de referencia de la bodega de Pieros sigue conquistando los mercados internacionales —el 60% de la producción se bebe en Alemania, Dinamarca, Suiza, Suecia, Canadá, Estados Unidos, los mercados asiáticos, etcétera— la dirección técnica trabaja —lleva años haciéndolo— en dos proyectos concretos. El Pobladura , de una viña de se paraje, es un mencía —730 botellas— de viejas cepas que fermenta a partir de levaduras capturadas en una vieja bodega de Puente Domingo Flórez —es un programa de investigación desarrollado con al ULE— y se cría en tinajas de barro. Y La Senda del Diablo de 2015 es finalmente un garnacha de parcela, de Las Chás, al que precedieron vinificaciones experimentales en 2011 y 2012. No hubo de las 2013 y 2014 por las condiciones de las vendimias.