Un refugio cerca del sol
A 1.500 metros de altura, sobre Páramo del Sil, están La Campona y su refugio; un remanso de paz poco conocido en el Bierzo que permite a quien así lo quiera disfrutar de amaneceres únicos junto a una chimenea de leña, el único requisito es el sentido común. Desde aquí se divisan el Miro, Chao y Valdeiglesias; también se deja ver Catoute y es una puerta loable a la Sierra de Gistredo. Da igual la estación del año, esta ventana al mundo merece la pena
Hay paisajes en el Bierzo creados para encontrar la paz y La Campona es uno de ellos. A 1.500 metros de altura, por encima de Páramo del Sil y con vistas al pico el Miro, el Chao, Valdeiglesias y hasta Catoute, la campa que en primavera y verano recibe vestida de verde al ganado y, ya en invierno, se cubre del manto blanco de la nieve más pura, es el lugar perfecto para ver amanecer. Allí, a la puerta de un refugio recientemente restaurado al que no le falta detalle, ver salir el sol es más que un privilegio.
Si algún día existió el edén, La Campona puede ser un digno heredero de ese paraíso terrenal en el que el ser humano es capaz de alinearse con la naturaleza, mirando a un horizonte de ostentosos picos, y olvidar aquello que realmente no es importante. Describirlo con palabras es difícil, mejor es sentirlo en la piel. Allí arriba el aire es puro, frío o cálido en función de la estación, pero igualmente reconfortante.
Escenario de una de las carreras de montaña más destacadas del país, la Alto Sil, su terreno sirve bien a quien practica deporte. Corriendo, andando, en bicicleta o sobre unos esquís de travesía, la meta bien merece el esfuerzo.
Es una de las puertas más loables a la Sierra de Gistredo. Primout, Salentinos, Urdiales de Colinas, Colinas del Campo, Igüeña, Noceda, Pardamaza... Todo está a tiro si la fuerza acompaña y desde luego han puesto fácil el descanso en un refugio con lo indispensable. Dividido en dos alturas, no falta en su interior una chimenea de leña imprescindible en las noches más frías. Hay mobiliario, menaje de cocina y hasta alimentos. Disfrutarlo no requiere más que sentido común y el respeto que merece un bien que es de todos y que todo el mundo tiene derecho a disfrutar. Un regalo en plena naturaleza que ofrece la oportunidad de soñar en las alturas y descubrir que las cosas más valiosas son gratuitas. Porque no hay dinero que pague la tranquilidad ni las vistas que La Campona sirve en bandeja.
Es igual la estación del año, porque cualquiera tiene atributos suficientes para convertir este espacio natural en un lugar de destino perfecto: la nieve de la estación presente, los colores del otoño y la primavera o todo lo que el verano ofrece.
Arriba, amanecer en La Campona desde la puerta del refugio y, debajo, la campa con la nieve que cada invierno cubre el terreno, ideal para los amantes de los deportes propios de esta estación del año, como el esquí de travesía. BORJA ALONSO / AYTO. PÁRAMO
El pilón cercano al refugio en el que el ganado se refresca en verano. BORJA ALONSO / AYTO. PÁRAMO
Foto: BORJA ALONSO / AYTO. PÁRAMO