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Lulú trae la dulzura

Diversificar la gama con productos que la hagan atractiva para todos los públicos. Bajo esa idea nació el vermouth ‘El Duende de Vitalis’ y ahora llega ‘Lulú’, un vino semidulce, de Albarín también, y tan evocador como inquietante y seductor..

Aspecto de la fachada principal de la bodega ubicada en Villamañán y que también desarrolla actividades enoturísticas. B. FERNÁNDEZ

Publicado por
RAFAEL BLANCO
León

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Lulú es una ópera lejanamente inspirada en un texto de Frank Wedekind, compuesta por el alemán Alban Berg y estrenada el 2 de junio de 1937 en Zúrich. Gira en torno a la escabrosa vida de una mujer indomable y displicente. Misteriosa, rebelde y seductora, Lulú encarna todos los miedos del hombre, pero también sus fantasías sobre la condición de mujer. Lulú , el vino semidulce que Vitalis acaba de poner en el mercado, evoca de manera inquietante todas esos temores e ilusiones, tanto en el continente como en contenido de las cuatro botellas con distintas presentaciones —la ópera se desarrolla en un prólogo, dos actos y un epílogo— que proponen los creadores de su diseño y que incluso utilizan purpurina en alguno de los detalles de las etiquetas. Porque el primer triunfo de este semidulce de albarín, que establece a través de la variedad autóctona su inequívoco vínculo con la tierra a la que pertenece, es precisamente su presentación. Mejor, sus presentaciones, con Lulú ante la Catedral, frente a Botines, delante del Musac o llegando por el Puente de los Leones. Y podrían ser algunas más.

Pero, aun siendo conscientes de que el vino también entra por los ojos, y no sólo por la etiqueta sino por su color, sería injusto limitar a eso las bondades con las que este Lulú irrumpe con papel protagonista en el escenario de un segmento del mercado muy desarrollado en León, tanto desde el punto de vista elaborador como comercial. Una elaboración muy, muy cuidada —fermentación a 14 grados para no perder los aromas, estrecha vigilancia de la densidad para que no empalague y mantenga ciertos aromas del vino, corte de fermentación por cata bajando la temperatura a 4 grados para que las levaduras se depositen en el fondo del depósito, trasiego a un nuevo depósito y de éste a otros para que afine antes del filtrado y embotellado— dan como resultado un semidulce moderno, desenfadado, de marcado carácter juvenil y pretendidamente femenino por empeño explícito de quienes, con mayor proximidad emocional al elaborador, tuvieron la idea y marcaron las pautas en todos los sentidos. De alta intensidad aromática, goloso pero no empalagoso, extraordinariamente equilibrado en la relación entre azúcar y acidez, largo en boca y persistente, Lulú extrae lo mejor de la uva Albarín en una bodega que rinde culto a las viníferas autóctonas y que acaba de conquistar con el Lágrima de Vitalis seco la medalla de oro en el concurso Monovino, exclusivo para los monovarietales.