Capricho rosado
Dos godellos, uno que deja un 10% de margen para la mezcla con Doña Blanca y otro monovarietal de elaboración más compleja sobre lías y larga crianza en madera, abren la oferta de Gancedo, que sobre todo se ha hecho consideración de marca en el mercado internacional precisamente por sus blancos —Capricho Val de Paxariñas (70.000 botellas; 10,00 euros en bo-
dega) y Herencia del Capri-cho (1.300; 25)—, algo que no hace justicia a los tintos. El Gancedo (25.000; 8,00), con corta crianza en madera, abre la serie que incluye a dos crianzas: el histórico Xestal (20.000 de 2010; 10,00) y el Ucedo (3.000 de 2007; 25.00), un vino de fin-
ca que también debe ser considerado de autor. La palidez del nuevo Capricho rosado pone color a una ga-
ma muy coherente en la
que no sobra ni falta nada.