la piscina natural de lugueros
un oasis entre montañas.
Entre el 1 de julio y el 31 de agosto, el Ayuntamiento de Valdelugueros abre al baño la piscina fluvial de Lugueros, ubicada en la cabecera del río Curueño, un oasis entre montañas que permite a los de casa y los de fuera disfrutar de un chapuzón en un marco incomparable y en aguas de gran calidad y valor hidrológico. Los márgenes del río, acondicionados y sembrados de césped, sirven al descanso, a la lectura, a las conversaciones eternas y también para reponer fuerzas con un aperitivo antes o después de volver o salir del agua.
Desde luego, este recurso natural de entrada libre es un reclamo turístico de primer nivel que en los meses de verano atrae a un gran número de personas ávidas por disfrutar del ambiente que ofrece, darse un chapuzón en su agua fresca y aprovechar para dar un paseo en un pueblo heráldico del que dan cuenta hasta siete escudos y en el que pasado está aún muy presente. Dos puentes cruzan el río, los dos de traza romana pero con modificaciones medievales posteriores, uno de ellos enmarca además la playa fluvial que destaca este texto. Un entorno dominado por el pico Bodón (1.960 metros), uno de los más bellos de la montaña leonesa y, desde luego, de los que tiene más carisma.
Por lo tanto, las rutas que ofrece, su oferta gastronómica y de servicios, parajes insólitos y escenarios de belleza incuestionable, como la piscina natural del Curueño, convierten Valdelugueros en un destino perfecto.