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VERANO EN LA PROVINCIA

Playas de agua dulce en León con 'bandera azul'

Sin sal. Sin exceso de cloro. Agua que baja de las montañas, que se alimenta de la lluvia y que se sirve pura para disfrute de los bañistas. León carece de costa, pero sí posee una treintena de playas ‘dulces’. Increíbles remansos de paz. Espacios libres, sin carnets o tickets. Sólo nueve están bajo control oficial de la Junta. Tienen 'bandera azul'

Playa fluvial en Cimanes del Tejar.

León

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León mira a sus ríos en verano. Emergen como refugio contra el calor y diversión acuática en los pueblos. Atraen turistas y aportan rincones con encanto. A falta de arena, se rodean de hierba, árboles y sombrillas. Junto a las toallas se abren espacios de ocio y merendero. En algunos de estos lugares el chiringuito se convierte en punto de encuentro.

La provincia estrena dos espacios regulados este año, con la incorporación del río Cúa a su paso por Cacabelos y el río Órbigo, en Alcoba de la Ribera.

Aunque el territorio leonés dispone de un sinfín de zonas fluviales en las que poder disfrutar de un refrescante chapuzón, lo cierto es que no todas ellas se encuentran controladas de forma oficial. Esta temporada la provincia ofrece nueve espacios con bandera azul en los que está autorizado el baño y controladas las aguas, dos más que el año pasado. No obstante, eso no significa que sean los únicos lugares aptos en los ríos para zambullirse, sólo que éstos disponen de unas condiciones específicas tanto en infraestructuras como en seguridad que les han hecho merecedores de obtener esta certificación de la Junta y que la han solicitado.

El pasado año los lugares regulados fueron el Lago Carucedo, Vega de Espinareda, Igüeña, San Martín de la Moreda, Cimanes del Tejar, Llamas de la Ribera y Quintanilla de Sollamas. Este 2017 a estos siete lugares se suman los de Cacabelos y Alcoba de la Ribera. León es la provincia en la que más zonas de baño autoriza la Junta esta época estival. Estas piscinas fluviales son sometidas a estrictos controles de calidad de las aguas cada 15 días, que, en caso de arrojar un resultado negativo, supondrían la clausura de la zona de baño por parte de la administración autonómica. Por eso muchos ayuntamientos prefieren no solicitar la autorización a la Junta para poner en marcha sus piscinas fluviales. Las abren, pero bajo su propia responsabilidad y con la autorización de la confederación hidrográfica correspondiente.

En este grupo estarían playas de río muy conocidas como las de Folgoso de la Ribera, Requejo de la Vega o Toral de los Vados. Precisamente, para los amantes de la naturaleza es visita obligada una sí oficializada, el lago Carucedo, situado a la salida del pueblo.

Tanto para refrescarte de las altas temperaturas, como para simplemente disfrutar de un espectacular paisaje, el lago es una opción altamente recomendable para un día de descanso. En Vega de Espinareda confluyen la modernidad de una pasarela de madera con el sabor de la historia junto al río romano. En Igüeña sorprenden, sobre todo, sus aguas cristalinas. En Cimanes del Tejar, con el río Órbigo como protagonista, la playa se enclava en un parque público, al igual que los espacios de Llamas y Quintanilla, muy acondicionados en entornos de choperas y pistas polideportivas.

La mayoría de las aguas están frías, pero eso, en León, no ha sido un inconveniente.

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