La recomendación de ... marga carnero, ármaga galería de arte
La senda del Celorio
A media hora de León, por la carretera de Asturias, girando a la izquierda hacia el alto de Aralla —en pleno corazón de la Reserva del Alto Bernesga— antes de llegar a Geras Gordón y remontando el curso del río Casares, entre una atractiva vegetación de peornos, robles, hayas y avellanos, encontramos el inicio de una propuesta literaria y escultórica conocida como ‘La senda del Celorio’. Este itinerario une las localidades de Geras y Paradilla de Gordón.
Ahí me pierdo, allí desconecto y allí me encuentro. Transcurre por un valle generoso de pastizales y remonta una collada en la que las vacas pacen al cuidado de nuestro noble mastín leonés. Surge una magnífica pieza de mármol negro de Amancio González, metáfora que da sentido al relato de Jose María Menéndez que se puede ir leyendo en placas de metal a lo largo del camino. Mano de piedra que surge de las entrañas de la tierra para alcanzar el cielo de Paradilla. Esta aldea, sus vecinos y su entorno natural de hayedos que la rodean, me conquistan una y otra vez. Paseos interminables con olor a tomillo son una de mis debilidades por esas montañas, otra no menos importante, sobre todo con el ejercicio que se hace al caminar, es satisfacer el paladar a través la oferta gastronómica que se encuentra por la zona con su embutido (nada mejor que un bocadillo de chorizo), cocido montañés o caldereta... todo un disfrute en Geras. Propongo perderse en esta ruta para aunar las artes naturales que ofrece el exuberante paisaje que rodea Paradilla y las literarias y escultóricas llevadas a cabo con tanto acierto por sus habitantes.