El bosque mágico de Almanza
Almanza ha construido un parque multiaventura en pleno bosque, sin apenas impacto visual. Es el nuevo turismo activo, aventura camuflada entre la naturaleza. Tirolinas, puentes tibetanos, lianas a cinco metros de altura, casi rozando las copas de los árboles. Un privilegio para disfrutar.
A cinco metros de altura, un sistema de lianas, puentes y tirolinas componen este parque multiaventuras de Almanza. Tiene tres circuitos de diferente dificulta, uno de ellos especialmente diseñado para niños, situado a dos metros de altur
Está inmerso en un robledal, una inmensa masa de rebollos que se ha convertido en un bosque mágico. Porque entre las copas de su árboles se camuflan tirolinas, puentes tibetanos, arrietes, lianas, redes y un rocódromo. A ese lugar, que el pueblo llama El Peñón, han ido los vecinos de Almanza desde siempre a pasear y a merendar. Ante la arboleda, una inmensa pradera de verde inmaculado invita al solaz. Casi inmediatamente, se hace la espesura y el color del bosque lo cubre todo. Hay que acercarse bien para ver que la aventura está allí mismo, entre la arboleda frondosa que es pulmón y zona osera. Naturaleza en estado puro donde es posible vivir una aventura colgado de las copas.
Es el parque multiaventura El Rebollar, que estará en funcionamiento ya este mes. Tres circuitos con tres grados de dificultad, uno de ellos apto para niños. En total, 22 retos a dos o cinco metros de altura. Un sistema de seguridad que impide salirse del trazado. Una hora y media de diversión atravesando toneles, puentes tibetanos, malayos o de lianas, redes envolventes, pasos en zig zag, columpios de cables o tirolinas.
Una de ellas vuela por encima de un paraje en el que el Ayuntamiento de Almanza va a construir dos lagunas artificiales para en las que se podrán practicar deportes de agua, incluido el piragüismo. Ya tienen los permisos de Patrimonio Natural y el proyecto redactado. Es una zona en la que confluyen tres arroyos. Sobre ellos, una pasarela de madera salvará la ruta de senderismo y BBT que cruza el municipio. Tiene además un refugio con una inmensa chimenea y leña siempre lista para cocinar y calentarse.
Almanza se ha volcado en el turismo activo. Todo en medio de una naturaleza privilegiada, sin impacto ambiental, atravesando bosques míticos en los que crecen aún hoy enormes árboles que sobrevivieron a la tala de la Armada Invencible, un espacio natural que ha entrado a formar parte del Territorio Oso.
No importa que sea invierno. El bosque cubierto de nieve aguarda a sus aventureros.