sahagún

E l arte está más vivo que nunca en Sahagún. Lo está en cada uno de los edificios históricos que pueblan la localidad, pero también en museos como el de la Semana Santa, el de las madres benedicitinas o en exposiciones permanentes de maquetas que recogen el patrimonio histórico de la villa. Emblemas como La Peregrina valen su peso en oro sólo por su aspecto exterior, pero la visita al interior regala al visitante un ‘mundo’ de otra época que justifica por sí solo toda la estancia. Al elevado número de construcciones históricas —el arco de San Benito, las iglesias de San Lorenzo o Santo Tirso, la torre del reloj o San Juan de Sahagún, entre otros— se une el hecho de que es aquí por donde en Camino de Santiago, en su ramal francés, hace su entrada estelar en la provincia. Un detalle quizá insignificante dentro de la inmensidad que alcanza la Ruta Jacobea pero impagable para los peregrinos que tienen la suerte de comenzar la parte leonesa en una de las localidades con mayor riqueza patrimonial de todo el país.

El paseo por Sahagún resulta siempre gratificante. La mayor parte de construcciones, su casco antiguo, la plaza Mayor, los soportales, algunas de sus plazas y callejones... transportan al viajero a siglos pasados sin apenas darse cuenta. No resulta complicado imaginar cómo debió ser la vida en un abadía medieval o el comercio de antaño. Sus vecinos, acostumbrados al continuo vagar de almas en busca de redención se muestran hospitalarios con el forastero, que suele dejar atrás la villa convencido de que ahora es uno más de una especie de gran familia. Sahagún marca con fuerza el resto del Camino. Supone un antes y un después.

Sahagún es Tierra de Campos y cabecera de un municipio extenso del que también forman parte Arenillas de Valderaduey, Celada de Cea, Galleguillos de Campos, Joara, Riosequillo, San Martín de la Cueza, San Pedro de las Dueñas, Sotillo de Cea, Villalebrín y Villalmán. Todos ellos tienen sus tesoros escondidos a la vista de cualquier curioso que decida asomarse. En todos se puede degustar lo mejor de la gastronomía local, con el puerro como máximo exponente, pero sin olvidarse de las buenas carnes, legumbres, el queso, la miel o la cecina. La Feria de San Simón pone en alza cada una de las propuestas de la huerta de esta localidad. «Nuestros puerros, símbolo de San Simón, como en su día lo fueron los pavos, y también la lenteja de Tierra de Campos, amplían año a año su producción y presencia, no sólo en la feria, sino también en los restaurantes señeros de ciudades de toda España y, por supuesto, de León, flamante Capital Gastronómica Española 2018», recuerda el alcalde de la localidad, Lisandro García.