Sin pecado original
Dicen que al principio todo era natural. Hasta sin pecado. Luego, el hombre descubrió los químicos y la posibilidad de convertirlos en veneno. Así rodeó su vida de contaminantes. En Carrocera, Karen Palacios y José Luis Morán cultivan plantas medicinales y aromáticas sin pesticidas para elaborar productos cosméticos. Naturaleza a flor de piel
Lavanda, romero, avena, miel, leche, rosas... Plantas medicinales y aromáticas, flores, pétalos, aceites puros esenciales de la Montaña de León, libres de agentes químicos, sin pesticidas ni aditivos para aplicar sobre la piel.
Lo cultivan Karen Palacios y José Luis Morán en Carrocera.
Con ingredientes naturales, una selección minuciosa, el cultivo personal y formación técnica han creado una linea libre de productos químicos. Naturkamo, se llama. Todo a pequeña escala, manufacturado, una iniciativa de emprendimiento verde en la Montaña de León, aprovechando los recursos de la flora del entorno, aplicando las propiedades de las plantas terapéuticas a sus productos. Llevan en esto seis años.
«Estamos en un mundo rodeado de productos químicos que, a priori, nos facilitan la vida y nos resuelven problemas pero ha llegado un punto en el que es tanta la exposición que sufrimos que se empiezan a producir reacciones y respuestas negativas en nuestro cuerpo», explica Karen Palacios.
Convencidos de que hay otra manera de vivir y de crear riqueza, respetando el medio ambiente y siendo respetuosos con los hombres y el resto de los seres vivos, Karen y José Luis se refugiaron otra vez en León, cerca de sus raíces. De las de José Luis Morán, porque Karen Palacios ha nacido en Cartagena de Indias, ciudad mágica en la que aprendió de las mujeres de su familia el rito ancestral del cuidado del cuerpo. Nunca tuvieron problemas de piel, recuerda. Dice que tomar conciencia de la salud, de uno mismo y de su familia, ha dejado de ser una opción para convertirse en obligación.
En 2012, crearon Naturkamo, aplicando las propiedades terapéuticas de plantas, flores y hierbas medicinales y aromáticas. Es lo único que utilizan. Eso, y una base de aceite de oliva virgen extraído de la primera presión en frío, oro líquido para combinar con las plantas, aceites puros de almendras, avellana, manteca de karité, aceite de pepita de uva, de arroz, macadamia y manteca de cacao aromatizados con aceites esenciales, infusiones e hidrolato de plantas cultivadas de forma ecológica en su huerto de Carrocera. Sin detergentes, parabenos o productos agresivos.
Una filosofía para el cuidado del cuerpo que enseñan en talleres en los que se aprenden las fórmulas magistrales para vivir en casa más cerca de la naturaleza sin adulterar. La magia en pastillas... de jabón.