De viaje a
La pola de gordón
La patrona es la Virgen del Buen Suceso, cuya ermita echa raíces en la localidad de Huergas. Pocos son los que faltan a la cita con su amada imagen en la romería de primeros de septiembre Reserva del Alto Bernesga, el municipio encierra algunos de los parajes más bellos de todo León. Cruce de caminos y de tradiciones, merece la pena recorrer el Camino de San Salvador y la Vía de la Plata
V iajar a La Pola de Gordón es meterse de lleno en parte de la La Reserva de La Biosfera Alto Bernesga, un paraje que, debido a su situación estratégica en la montaña central de León, ha sido zona de comunicación entre el este y el oeste de la provincia y paso desde tiempo inmemorial hacia la zona astur. Territorio surcado por infinidad de caminos que durante siglos fueron utilizados por todo tipo de gentes, peregrinos, religiosos, pastores, arrieros y nobles. Desde enero de 2007, el Ayuntamiento de La Pola de Gordón forma parte de la Red de Cooperación de Ciudades en la Ruta de la Plata, asociación que se encarga de proteger y difundir todo el patrimonio vinculado a ella. Una vía que desde tiempos inmemoriales ha transmitido y transportado las costumbres de estas tierras a otros lares cuyas culturas se han enriquecido como nunca antes se pensaron.
Otro ramal que cruza sus fronteras es la conocida como Ruta de San Salvador, variante del Camino de Santiago que une León con Oviedo. Dentro de lo que es la reserva los pueblos por los que pasa esta ruta son: Peredilla, Nocedo, La Pola de Gordón, Beberino, Buiza y Poladura de la Tercia. En Buiza, por cierto, se encuentra uno de los albergues más importantes y de visita obligada de todo el municipio.
De su gastronomía, lo más típico y conocido es el cocido gordonés, que celebra sus tradicionales jornadas cada mes de noviembre.
La patrona de toda La Pola es la Virgen del Buen Suceso, cuya ermita echa raíces en la localidad de Huergas. Pocos son los que faltan a la cita con su amada imagen en la romería de primeros de septiembre, fiesta cargada de simbolismo y costumbres ancestrales.
En lo que a la arquitectura rural se refiere, cabe destacar la belleza de estos pueblos de montaña. Generalmente se trata de edificios de piedra, compactos, de planta rectangular, dos alturas y tejados a dos aguas de teja árabe o pizarra, ocasionalmente las viviendas pueden tener corredores de madera.