Limonada y botillo
EL Altar ofrece suculentas tapas y raciones con un denominador común; la calidad. Este mes incorpora limonada y botillo a sus propuestas culinarias. También destacan el chorizo al vino, la morcilla o las setas con salsa cabrales, entre muchas otras. Abre los siete días de la semana desde las 12.00 horas.
C ruce de caminos y de tantas historias diarias, El Altar es, por derecho propio, uno de los grandes establecimientos para tapear y comer como en casa que hay en el Barrio Húmedo. Situado en la calle Plegarias, a escasos metros de la plaza Mayor, ofrece una amplia variedad de propuestas culinarias que siempre guardan un denominador común; la calidad. El chorizo al vino, la morcilla o quizá las setas con salsa cabrales resumen perfectamente lo que uno puede disfrutar si hace escala en este bar. Desde luego, quien se sube al Altar no queda nunca defraudado. Cualquier consumición servirá como excusa para acercarse a sus propuestas.
Este mes, coincidiendo con la Semana Santa, los responsables del local han incorporado botillo y limonada como grandes delicias a disfrutar. Dos propuestas que siempre tienen buena acogida y que recogen lo mejor de la cocina leonesa.
El Altar abre sus puertas los siete días de la semana a partir de las doce del mediodía. Ya sea en el interior del local o en la terraza exterior con vistas a la plaza Mayor, detenerse un rato en sus dominios es sinónimo de triunfo. Al margen de las tapas, cuenta con una amplia carta de raciones. Por citar algunas, me quedo con los langostinos abrigados en bacon con salsa cabrales; las mollejas de ternera a la leonesa, la cecina reserva IGP o los pimientos con ventresca, entre otras.
Productos tradicionales regados muchas veces con vinos denominación de origen, sobre todo de la tierra, gran variedad de vermús, cervezas o cualquier bebida que se precie. El Altar es un acierto, un local de culto de los que siempre sorprenden.