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sabores de siempre

Esta historia va de carne asada los domingos, de mollejas, callos, chuletón o chorizo casero para entrecallar. Va de recetas de toda la vida que se sientan a la mesa en La Taberna de Filiel, un coqueto pueblo maragato, donde los romanos configuraron el paisaje a base de extraer oro. Naturaleza y buenos platos en las faldas del Teleno .

La Taberna de Filiel se encuentra en la calle San Antonio, número 1, de este pueblo maragato. Bajo reserva previa también ofrece cordero. Su número de teléfono es el 636 181 785

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a. valencia
León

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Sentarse y disfrutar. De la gastronomía, de la naturaleza, del paisaje. Disfrutar de los sabores de siempre, de las recetas que rezuman historia e historias. Comer sin prisa en las faldas del monte que toca el techo de León, donde los romanos vieron el filón del oro y donde la orografía viene marcada por la riqueza del subsuelo.

Es la Taberna y está en Filiel, un pueblo maragato del municipio de Lucillo donde sentarse a la mesa es todo un placer. La Taberna lleva el sello de Víctor Alonso y desde hace doce años exprime la cocina más tradicional. Esa que sacia y que siempre deja ganas de volver.

Este restaurante, donde la cocina enarbola la bandera de las recetas de toda la vida, abre los siete días de la semana. Ofrece menú diario y en invierno, además, dispone de chorizo casero entrecallado. Si el comensal llega un domingo no podrá pasar por alto una de las especialidades de la casa: la carne asada. Además, las mollejas, los callos, el lacón, el embutido, el churrasco, el chuletón y el filete son platos que se ofrecen todos los días.

El hambre no tiene espacio en este restaurante, que puede ser el final perfecto y la mejor receta para reponer fuerzas después de completar la ruta del oro que circunda el municipio. Se trata de una tierra mágica. De verdes y curvas, de altos y valles. El Teleno, el monte titular, custodia a las gentes de sus faldas. Gente arriera, gente maragata. Tierra donde los romanos dejaron su impronta, donde excavaron durante siglos para sacar oro, configurando parte de un paisaje que el pueblo sabe aprovechar. El municipio está impulsando dos rutas para caminar por la historia, para pasear entre piedras centenarias, que recorren las explotaciones auríferas romanas y los petroglifos. Es el pueblo de Filiel el que da la salida y vuelve a recibir al visitante con una buena mesa y con las ganas de sentarse para recordar los sabores de la gastronomía más tradicional. Una visita de cultura, patrimonio y buenos momentos. Un lugar en el que parar. El sabor de lo seguro.

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