LA ZÍNGARA avenida del páramo (santa maría del páramo)
Sueño de una noche de verano
Su terraza de ensueño es bonita y agradable, cómoda y fresca. Hace diez años emprendió la nueva andadura y desde entonces no ha dejado de ganar en proyección. Aquí, el paisaje árido del Páramo deja paso a un jardín lleno de flores y plantas, espejos y velas. Un espacio que ha ganado fama en la comarca y que cuenta con amplias zonas de sombra y permite estar de pie, sentado o aún más cómodo en los sillones. Un alto en el camino, un lugar para tomar impulso
E l verano se cuela en cada uno de sus rincones y hace florecer su terraza, santo y seña de este local, donde el Páramo encuentra un remanso de paz. Aquí, queda a un lado el paisaje árido para dar cabida a un jardín que ha hecho de este espacio el más afamado de la comarca. La Zíngara, en Santa María del Páramo, tiene ganas de exprimir el buen tiempo, el calor que ahora sí parece que quiere quedarse. Las instalaciones exteriores son amplias, luminosas, cómodas y sobre todo bonitas. Un lugar donde sentarse a desayunar, a comer, a tomar un café o a disfrutar de una copa. Una terraza nada sofocante, con apetecibles sombras, donde el verano se traduce en el lujo del descanso.
La terraza está franqueada por la zona de barra interior y dos amplios comedores. Dispone también de un escenario, zona de mesas de pie, para sentarse y sillones para estar aún más cómodo. En ella también se sirve el menú del día y hay carta de raciones y otra más amplia para los amantes de la mejor gastronomía.
Es una terraza llena de detalles. Presidida, desde una pared lateral, por el Principito y por un elogio a todas las madres —a la casa de mamá, donde mejor se come y se duerme—. En el espacio, las flores hacen parecer que siempre sea primavera y los espejos dan el toque de estilo que asoma en cada rincón. Todo está pensado.
La terraza fue la zona de verano de una antigua discoteca. Su remodelación fue toda una puesta en valor, un proyecto que persigue la calidad para ofrecer un lugar de ocio, o simplemente para hacer un alto en el día a día, disponible desde primera hora. Un lugar agradable, donde, sin duda, la Zíngara es la reina del baile.
La terraza es en este mes de agosto un lugar clave para las noches de los sábados. El restaurante continúa con su ciclo de música en directo y aquí, el buen tiempo se disfruta mucho más. Veladas que suenan a jazz y a rock. Veladas que vuelven mañana con Sonia Rubín y Nico. El sábado 11, Doctor Bogarde y sus amigos no defraudarán poniendo en escena los clásicos que siempre afloran con los primeros acordes. Lou & Jane harán bailar a ritmo de blues el 18 de agosto y el día 25 Salomone Brother cerrarán el cartel. Todas las actuaciones comenzarán a las doce de la noche y las reservas pueden formalizarse ya en el número de teléfono 987 350 350. Las actuaciones implican también un suplemento en la consumición.
Cómo se describió no hace mucho, La Zíngara es rincón de sosiego en el estío del Páramo leonés, un pequeño oasis en donde es posible degustar, tierra adentro, los mejores pescados traídos en el día de las costas atlánticas y, en la parrilla, las sabrosas carnes de la tierra. En la terraza o en alguno de sus comedores pensados a medida de los comensales, salones para grandes eventos, amplios, vanguardistas y confortables, o en el nuevo espacio abierto para comidas que piden discreción, bodas con los invitados justos o celebraciones más íntimas.
Es una delicia el arroz con bogavante o con carabineros, imprescindibles sus parrilladas y míticas las ancas de rana condimentadas con pimentón. Aunque sea verano y parezca que no, conviene que apetezca abrir boca con el famoso ‘ajo’ de La Zíngara, una salsa potente y picante que se unta en pan, una exquisitez hecha a base del producto que ha dado fama a Santa María del Páramo.
La Zíngara sigue cogiendo impulso y gana proyección. El establecimiento está adherido a la capitalidad gastronómica que este año ostenta León y tiene por delante un intenso mes gastronómico y musical.
La versatilidad del local permite desde tomar un café, desayunar, comer y cenar, hasta, incluso, festejar celebraciones. Cuenta con dos comedores amplios y modernos. Dispone también de un salón privado, para doce o catorce comensales. Y qué más decir de su terraza, un sitio ideal para estos meses de buen tiempo.
Este baile suma ya diez años. Una década desde que la Zíngara abrió sus puerta. Era 2008 y esto es solo el principio.