arte que se come con los ojos
‘Delicious’ es más que el título de la última exposición temporal del Museo Arqueológico de Cacabelos (Marca), es otra forma de entender la gastronomía, vista a través de los ojos de varios artistas de diferentes partes del mundo en forma de graffiti y grabados, escultura, ilustración y hasta repostería real. Arte que huele sin tener olor y sabe sin poder probarlo. Arte que entra por los ojos como un trozo de pastel, el mismo que recibe al visitante de la muestra
L a gran mayoría de las veces, lo que una persona come entra, primero, por los ojos. La apariencia del alimento llama al comensal incluso desde la lejanía. Su color, la textura, la decoración y la manera en la que el producto es exhibido juegan en la misma liga que el aroma que desprende para después conquistar al gusto. Lo mismo ocurre con el arte, sobre todo si éste si vivo, lleno de luz, brillante, optimista... Arte y gastronomía no están tan lejos y eso es, precisamente, lo que quiere mostrar el Museo Arqueológico de Cacabelos en ‘Delicious’.
El primer paso en el interior del museo ya impacta. Es preciso atravesar un goloso trozo de pastel en tonos naïf para adentrarse de lleno en la exposición temporal que, hasta el día 30 de este mes, acoge el Marca. Hasta la música está pensada para trasladar al visitante al país de las maravillas, pero no el de Alicia, sino el de Asier Vera, Dedalx, Francisco Buenavida, Eva. Art, KamiSketsa, Leelo Sketch, Liuby Hernández, Louis Firioss, Qui Zan y La Golondrina. Todos ellos son los artistas que exponen su obra en ‘Delicious’. Lo que hacen es saborear la gastronomía a través de la ilustración, el grabado, el graffiti, la escultura e, incluso, el arte de la repostería.
En esta muestra temporal, «el visitante descubrirá un universo gastronómico al servicio del arte. Imágenes que juegan con las texturas, con los cubrientes, con los colores, con la imaginación y hasta, casi, con el paladar. Espacios que parecen jugar con el espectador en los que se mezcla lo real y lo irreal», explica la directora del Museo Arqueológico de Cacabelos, Silvia Blanco.
Un gran mural de Asier Vera preside la composición en la planta a pie de calle y convive con dulces hechos en cerámica a los que apetece dar un mordisco, cupcakes —magdalenas para los de casa— tan reales como deliciosos y láminas, muchas láminas colgadas de los muros de un museo que, durante estas semanas, podría competir en suculento con la casita de chocolate que conocen bien Hansel y Gretel. Porque sí, porque todo en el Marca parece de cuento, pero de ilustración moderna, adaptada a los nuevos tiempos y multicultural. Tan internacional como sus creadores, venidos de Rusia, Indonesia, Cuba, Canada y los más cercanos Donostia, Ponferrada y el propio Cacabelos.
La exposición no podía ser más apropiada en el año en que León ostenta la capitalidad gastronómica de España. Comer bien está de moda y el arte no puede ser ajeno a ello. «El objetivo de la muestra es la democratización del arte y, por supuesto, acercarlo al público. Hoy que los proyectos culinarios se exhiben en todo el mundo como una cosmovisión elitista. Hoy que la televisión explota el talante de la ‘nouvelle coucine’ y está presente en la vida cotidiana. Hoy buscamos reivindicar la presencia del arte al servicio de la gastronomía, de la alta repostería o, al fin y al cabo, del día a día», asegura Silvia Blanco.