rescatar la vieja calzada

D evolverle su antiguo esplendor a la Calzada Romana. Ese es el objetivo que se marca el Ayuntamiento de Valdelugueros para el próximo año como un elemento clave para potenciar el turismo en la zona y sobre todo destinado a recuperar los vestigios históricos que se extienden a lo largo y ancho de la comarca. «Queremos ponerla en valor, restaurarla, recuperar las zonas que no se pueden ver y señalizar las que ya son transitables», avanza su alcalde, Emilio Orejas.

Para llevar a cabo uno de los grandes proyectos de esta legislatura cuentan con una subvención de 180.000 euros que proviene de la Diputación y el visto bueno de la Junta, que a través de Patrimonio ha supervisado cada fase de la intervención. Si los plazos que tienen fijados se cumplen, los trabajos de recuperación comenzarían en la primavera de 2019 para tenerla lista antes de que dé comienzo el verano. «La vieja calzada parte de Tolibia de Abajo y se extiende, a lo largo de tres kilómetros, por Lugueros hasta el puente romano de la Puente Nueva.

Muchos de los tramos se conservan perfectamente visibles, regalando auténticas joyas del pasado que han permanecido ahí durante siglos. Pero lo cierto es que toda la senda necesita un lavado de cara importante para que se convierta en toda una alternativa al aire libre de ocio, naturaleza y cultura. Otra parte del plan, según confirma el propio Orejas, es que los trabajos topográficos —que se registrarán con un dron— formen después una exposición con imágenes de cómo estaba la calzada antes de su restauración y cómo quedará finalmente cuando esté lista para uso y disfrute de propios y extraños. «Llevamos tiempo dándole vueltas a este proyecto y al fin estamos a pocos meses de convertirlo en una realidad».

Una calzada que se une a la red de puentes romanos y medievales que echan raíces en Valdelugueros, otra de las joyas del patrimonio leonés que pueden contemplarse de primera mano en la zona. Como recogen los propios expertos, la Calzada Romana está llamada a constituirse en «un formidable recorrido de senderismo, de impactante atracción turística». La calzada se extendía antaño a lo largo y ancho del río Curueño y sus afluentes desde la época de la romanización merced a una amplia variedad de puentes. Algunos conservan incluso su primitiva estructura romana, otros, sin embargo ya cuentan con reformas posteriores. Ahora, le toca el turno a todos los tramos de sendero que el paso del tiempo más ha desgastado.