140 años de buen vino
Los 140 de la fundación de la bodega es sin duda un buen motivo para celebrarlo, pero no el único. El prestigio de la marca y la calidad de elaboración del mencía que puso al Bierzo en el mapa vitícola al Bierzo no merecen menos. Hay con qué... y no sólo es buen vino.
S eguir aprendiendo y creciendo para ser un referente no sólo del Bierzo, sino de toda España, y de esta forma ayudar también a sostener el medio rural y a mantener el espacio ecológico de la comarca». Con espíritu constructivo y esa proclamación de compromiso social por parte de Vicente Casas, director comercial, afronta Vinos Guerra la conmemoración del 140 aniversario del nacimiento de la marca que internacionalizó comercialmente el vino del Bierzo y del que sin duda sigue siendo el embajador más noble y leal en los cinco continentes. Aunque fue su sobrino, que en 1925 tomó las riendas de Bodegas Guerra, quien diversificó la actividad y universalizó el vino berciano, el legado de Antonio Guerra Rodríguez, que las había fundado en 1879, tiene hoy tanta fuerza como la que entonces le imprimió un hombre sin duda adelantado a su tiempo y capaz de entender el enorme potencial del negocio vinícola mucho antes de que se inventaran las denominaciones de origen y se pusiese tan de moda la poética de la enología.
Asumido ese legado por la gran cooperativa comarcal, fue justamente Vinos del Bierzo y los que ahora la dirigen quienes, guiados por las mismas inquietudes e idéntica ambición, hace tiempo decidieron ponerlo en valor y devolver a su mentor el protagonismo que merecía. Los nuevos Guerra se venden en cuarenta provincias españolas y además tienen presencia comercial en más de una treintena de países. Pero no es sólo eso lo que hoy enorgullecería a don Antonio, que será recordado y homenajeado con la organización de una primera convención de distribuidores y durante la inauguración oficial del museo de la bodega que recoja también su legado. Porque seguramente degustaría con complacencia los vinos que siguen llevando la más generalizada mención comercial de Guerra , la línea superior Armas de Guerra y, por supuesto, las dos elaboraciones especiales que añaden a la primera la referencia del año de fundación. De los dos, el mencía crianza Guerra 1879 ya ha consolidado su presencia en el mercado y el que de manera inmediata va a cerrar la gama, el Guerra 1879 Único , es un godello extremadamente seleccionado y también exclusivo por su limitadísima producción.
Saborearía también los excelentes vermús cuya elaboración recuperó la bodega en dos líneas y que cierran también la gama con el Guerra 140 Años , especial por contenido —envejeció en barricas de roble de 500 litros— y presentación. Y, por supuesto, brindaría... por el futuro.