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las tentaciones del rey

El Consejo Regulador de la IGP Botillo del Bierzo organiza la cuartas jornadas gastronómicas con el monarca de la mesa berciana como base de todo. Participan 27 restaurantes y los comensales optan a diez menús gratuitos como premio

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Ponferrada

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Q ue el botillo es una tentación no se le escapa a nadie y que lo sea durante todo el año es el objetivo de base de ‘Las tentaciones del Rey’. Cuatro años después de su primera edición, estas jornadas gastronómicas promovidas por el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Botillo del Bierzo están más que consolidadas. Fe de ello da la participación de 27 restaurantes repartidos por el Bierzo y también Laciana.

Todos ellos han elaborado menús especiales, con el botillo como hilo vertebrador de una oferta innovadora en la que el embutido rey de la gastronomía berciana se presenta en varias versiones, todas igual de apetecibles; aunque es verdad que el estilo tradicional con repollo, patata y chorizo es el que más triunfa.

‘Las tentaciones del Rey’ marcan el cierre de la campaña en la que, tradicionalmente, se centraliza el consumo de botillo. Tras semanas de botilladas y actos de exaltación, dentro y fuera de la comarca, el monarca cede el cetro a propuestas más ligeras y es, precisamente, esa barrera la que la IGP trata de romper con esta acción culinaria. El botillo se puede comer en cualquier estación. Esa es la idea de base sobre la que trabajan los restaurantes que, hasta el 7 de abril, participan en unas jornadas gastronómicas en las que el botillo manda, sí, pero no está solo. Los otros productos de calidad que tiene el Bierzo, que no son pocos, le acompañan en el reto.

El simple hecho de degustar un botillo bien elaborado, sea cual sea su versión, ya genera una satisfacción con sentimiento de premio, pero ésta se puede incrementar si el festín sale gratis. Y eso es posible en ‘Las tentaciones del Rey’ ¿Cómo? Sencillo: los restaurantes participantes entregarán un rasca a cada comensal y si éste tiene premio, el menú no se paga. Es directo y hay hasta diez menús gratuitos.

Pensar en botillo es pensar en Bierzo. Es el mejor embajador de una tierra gastronómicamente potente que no sólo se vende dentro. También fuera tiene empuje el soberano de la mesa berciana. Muestra de ello son los encuentros gastronómicos que se celebran en diferentes puntos de la geografía nacional y hasta en la mismísima Red, gracias a la ‘Ciberbotillada’ que un berciano de pro organiza desde Madrid. Eso sí, para saborear el botillo, los comensales se vienen al Bierzo, porque en su cuna sabe mejor. Esta es otra de las bazas de la IGP: convertir el botillo en un polo de atracción en sí mismo, que el de fuera venga al Bierzo atraído por su sabor y descubra que el poderío del continente supera las expectativas. Igual que la producción y el consumo de este producto sigue alza cada año, por encima de los 333.000 kilos.