Ancares: un paseo entre fotos

Los cuatro municipios que conforman la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses (Rbale) y Ponferrada serán, a partir de marzo, las estaciones de parada de un particular viaje por este basto y natural territorio berciano. Un paseo entre montañas, lagos, monasterios, castros, animales y tradiciones a través de 54 fotografías del concurso que la Rbale celebró el pasado año. Fue la segunda vez de una iniciativa pensada para promocionar Ancares y la participación se duplicó con respecto a la primera edición. 54 aficionados a la fotografía presentaron más de 400 imágenes y, ahora, han seleccionado una, su favorita, para exhibir en la exposición itinerante que empezará en marzo en Villafranca del Bierzo, continuará por Vega de Espinareda en abril, hará parada en La Fábrica de la Luz de Ponferrada en mayo y junio, en julio llegará a Candín y en agosto desembarcará en Peranzanes.

Son más de medio centenar de fotografías que capturan paisajes y momentos únicos de toda la Reserva, aunque es verdad que hay algunos que se repiten más que otros. El Cuiña, Miravalles y las zonas montañosas son las más fotografiadas, aunque entre las preferencias de quienes miran el horizonte a través del objetivo también sobresalen el Castro de Chano, Villafranca, el Monasterio de San Andrés de Vega de Espinareda o Campo del Agua.

La muestra se estructura en catorce paneles que dan cabida a las 54 imágenes seleccionadas. Las más de 400 presentadas merecían un hueco, pero la logística pone los límites y es imposible dar cabida a todas. Desde luego, no faltarán la ganadora y las dos finalistas, obra de Laura Martín, Joaquín González y Luis Otero. A falta de definir la fecha exacta y la ubicación en Villafranca del Bierzo, los escenarios elegidos y ya confirmados para el despliegue de la exposición son el Edificio de Usos Múltiples de Vega de Espinareda, las antiguas escuelas de Candín y el Castro de Chano (Peranzanes). En Ponferrada, se montará en el Museo de la Energía.

Si hay algo que prima en las fotografías presentadas a concurso es el color, porque si de algo puede presumir Ancares es de vida y el color es vida. Vida en la efervescencia de la naturaleza cuando el otoño pinta el paisaje y la primavera despierta a las flores. Vida en las vacas, las abejas, los reptiles, y las aves que comparten escenario con mamíferos bien posicionados que gobiernan las zonas más altas. Ancares es el fiel reflejo del Bierzo, un espacio natural protegido que pelea, como el resto de esta España vaciada, por sobrevivir y lo hace apoyándose en el turismo, la ganadería y todo aquello que corre por las venas de un Bierzo rural.