El edén de Acebedo
Acebedo se pone en valor
La Ruta de El Saltadero, el Mirador de la Valleja o una ruta temática que conduce al castro de La Corona son algunas de las propuestas que tanto Ayuntamiento como Junta Vecinal han acondicionado recientemente dad la alta demanda de turistas que tiene la zona
Darle valor al patrimonio natural. Ese es uno de los objetivos del Ayuntamiento y la Junta Vecinal de Acebedo, conscientes del potencial que presenta la zona y el interés turístico creciente que viven en los últimos años. Entre las muchas iniciativas en las que están trabajando destaca la Ruta de El Saltadero, que acaban de señalizar y acondicionar. Un trabajo que han llevado a cabo con el apoyo de la Casa del Parque de Valdeburón, la propia Junta Vecinal y un numeroso grupo de voluntarios organizados en hacendera.
El Saltadero, que en una buena parte de su recorrido acompaña el vertiginoso discurrir del río Erendia, con sus rápidos y cascadas se suma así a la lista de propuestas que parten desde Acebedo. Y es que su privilegiada ubicación regala una de las estampas más impresionantes de toda la provincia.
Situada a 1.148 metros de altitud, en pleno Parque Regional de la Montaña de Riaño y Mampodre, se halla esta incomparable e histórica villa. Muchos son los siglos que esta hermosa villa montañesa tiene de historia. En ella se pueden encontrar vestigios, todavía hoy sin investigar, de períodos muy anteriores a la época romana. «Es posible que de la Edad de Piedra o incluso de la época glaciar», tal y como recuerda Ángel Cimadevilla.
En cuanto al nombre —prosigue— Acebedo aparece escrito por vez primera en un pergamino que se conserva en el monasterio cisterciense de Otero de las Dueñas). «Una noble dama de nombre Sendina y el Conde Pedro Fláinez hacen un cambio: ella le da una villa en Pomeca y él da la villa de Aceveto. Esto sucedía en el año 1020». Su territorio forma parte de la Red Natura 2000 y está catalogado como Zona de Especial Protección para las Aves (Zepa) y como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).
Es, sin lugar a dudas, un territorio verdaderamente privilegiado en lo que a fauna salvaje se refiere: el animal más fácil de observar, por su abundancia, es el rebeco, pero en el entorno se encuentran lobos, zorros, tejones, corzos, venados, cabras hispánicas, jabalís, garduñas, nutrias, gatos monteses… todos ellos conviviendo con el águila real, el buitre leonado, perdices rojas y pardillas, alimoches, gavilanes, halcones, búhos, lechuzas, cigüeñas.
«Aunque la fauna salvaje es esquiva y pocas veces se deja ver, lo que sin duda encontraremos por todas partes es la numerosísima cabaña ganadera, formada fundamentalmente por ganado bovino y equino que pastan en completa libertad por sus montes y praderas, así que el sonido de los cencerros nos acompañará cualquiera que sea el recorrido que realicemos».
«El envejecimiento de la población y el abandono de usos costumbres y labores, han contribuido a que el conocimiento de la toponimia esté desapareciendo a gran velocidad. Conscientes de esta realidad, se ha procedido a confeccionar un mapa en el que se rescata el mayor número posible de los topónimos de Acebedo para evitar la pérdida de este patrimonio inmaterial tan desconocido, que ha pasado de generación en generación. Para esta tarea se ha contado con la colaboración de varios vecinos y con el asesoramiento técnico de Betula Ingeniería. El resultado se ha plasmado una gran señal vertical con un mapa a escala 1:7500, que contiene los nombres nada menos que de 370 términos de su territorio».
Otra de las obras que se han realizado esta primavera es el Mirador de la Valleja. Se trata de un recinto circular, cercado con troncos de madera, que alberga en su interior una fuente, dos mesas con bancos incorporados y una señal panorámica que hace alusión al territorio que desde allí se observa y recoge información de cuatro de los árboles autóctonos más significativos: el acebo, el tejo, el roble y el haya.
Para disfrute de los más jóvenes, estos días se está instalando una tirolina de veinticinco metros, un columpio-cesta y un banco en un lateral del área deportiva. Este verano se volverá a «tocar a hacendera» y, de nuevo en colaboración con la Casa del Parque de Valdeburón, se señalizará y acondicionará una nueva ruta que permitirá recorrer el salvaje río Erendia desde su desembocadura hasta las fuentes de su nacimiento. La ruta discurrirá, en los cuatro kilómetros de su recorrido, a escasos metros del cauce del río y a la sombra de las hayas del Monte Cotao. El retorno a Acebedo se podrá realizar bajo el sol, siguiendo el trazado del GR1, o a la sombra por el monte.
Otros proyectos se encuentran en distintas fases de ejecución como el asfaltado de las pocas calles que lo requieren, la instalación de un banco panorámico en el Otero Mayor, la puesta en funcionamiento de la Webcam, la colocación de grandes letras con el nombre del pueblo en lugar visible, o el acondicionamiento y señalización de una ruta temática que ponga en valor el castro de La Corona y la gran cantidad de restos de monumentos megalíticos (túmulos y crómlech) que hay en un entorno muy próximo al pueblo. Poco a poco se va saliendo de la situación de semiletargo que ha supuesto la pandemia y por los montes, valles y praderas se siguen escuchando los cencerros.