Cervantes 10. Vermú, cuchara y tenedor

En uno de los lugares más exclusivos de la hostelería leonesa, coinciden el propósito del local, la ubicación del negocio y el resultado de la oferta. Cervantes 10 también lo es por el número de la calle, situado en esta que le dio León al genio de las letras, que es remanso entres dos aguas, las dos orillas más reclamadas por la clientela de la oferta de alterne y gastronómica de la capital.

Ahí, en el 10 de Cervantes, por el número que le corresponde según el santo y seña, por el número que le asiste en la evaluación del juicio final del paladar, Cervantes 10, vermutería y comedor; en dos seriales que acompañan desde hace seis y tres años, respectivamente, al repertorio distinguido para clientela leonesa, turistas, viajeros que dan con la tecla de lo que busca un ciudadano en la ciudad.

Para la hora del aperitivo, vermú, vermut o vermouth, con más de cien referencias, marcas foráneas, y la recomendación de la casa, que elabora rojo, blanco y reserva, con la fórmula secreta y el sostén del toque particular de los vermús tuneados. El vermú es aperitivo, y el de Cervantes 10 es un aperitivo único para ajustarse a la altura del comedor, soberbio en la carta, majestuoso en la propuesta de carne e incondicional en los caldos que puede ofrecer para acompañar en la mesa.

Cervantes 10 es un referente para los platos cárnicos, con chuletas, solomillos o entrecot de calidad contrastada, o el secreto a baja temperatura. Luego, está la oferta estacional; a punto de acabar con la temporada de arroces, se prepara la llegada de la cocina de cuchara, capaz de cambiar el nombre de los días de la semana desde el 24 de octubre.

Los lunes se llamarán cocido; los martes, marmitako; el miércoles, patatas con pulpo; jueves, fabada y el viernes cederá el hueco de la semana al arroz caldoso. A punto de celebrar otro cumpleaños, Cervantes 10 crece con la idea de sus promotores, Fernando Pintor Tejerina, Javier Sáenz de Miera y Demetrio Blanco.