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De viaje a Riello
El Camino Olvidado recupera esplendor en uno de los municipios más grandes e impresionantes de la provincia. Sus tesoros naturales y patrimoniales captan cada vez más el interés de los visitantes
No por ‘Olvidado’ el camino que cruza Riello pierde relevancia. De hecho es todo lo contrario. Y es que tal y como recuerdan desde el Ayuntamiento, el tramo del Camino Olvidado que atraviesa el grandioso municipio —formado por 39 pueblos— ofrece un total de veinte kilómetros que combinan el mejor patrimonio natural y arquitectónico.
Tal es la importancia que se le da a la ruta desde el Consistorio que hace ya un tiempo que el actual equipo de gobierno puso en marcha un interesante taller de restauración de arte sacro para recuperar los tesoros que escondían sus numerosas iglesias, estableciendo unas rutas que enlazan esos templos. Porque si de algo puede presumir toda esta zona es de naturaleza en estado puro, pero también de construcciones ancestrales únicas y siempre interesantes.
En la misma localidad de Riello destaca la iglesia en honor al patrón local, San Juan Degollado, y el Santuario de Pandorado levantado en el siglo XVII y que alberga la Virgen patrona de la comarca a quien se atribuye el milagro de madurar los campos de trigo. El municipio se enclava en la Reserva de la Biosfera de los valles de Omaña y Luna, cuya sede acogen por aportar el mayor número de hectáreas protegidas, 24.000 de las 80.000 de este espacio.
También disponen de una oficina de información turística para explicar presente y pasado. Cualquier momento del año es bueno para adentrarse entre sus fronteras. En verano, como tantos otros municipios, su población se multiplica debido a los visitantes y sobre todo a las decenas de vecinos que regresan con sus familias para desconectar, para alejarse — aunque sea por un rato— del mundanal ruido. En primavera asombra especialmente el reverdecer de sus extensos campos y montañas mientras que ahora mismo, en pleno invierno, impresionan sus cumbres nevadas. Gran éxito tuvieron el pasado verano las rutas guiadas por los secretos de Omaña.
De Bonella a La Urz; por Castro de la Lomba, Rosales y Cueto de Rosales o la vista con la subida al cueto, desde donde se puede contemplar gran parte de la montaña occidental leonesa fueron parte de los tesoros que se pudieron en valor y que sin duda volverán a escena este 2023. Mención aparte merece su vecino más ilustre, el astronauta leonés Pablo Álvarez, hijo adoptivo de Riello, donde este mismo mes de febrero se le rindió homenaje. Toda la corporación apoyó unánimemente esta propuesta, que responde al «inmenso cariño y la admiración» que esta localidad siente por este ingeniero aeronáutico.