QUÉ VER
El museo de las maravillas
Era primavera cuando los entonces Príncipes de Asturias inauguraba en el Musac, el Museo de Arte Contemporáneo de León. Hace 18 años de uno de los hitos de la ciudad que trataba de abrirse al siglo XXI en uno de los escenarios que durante siglos no había sido más que un conjunto de solares conocidos con el nombre de Las Eras.
Fue en aquellos campos abandonados, a las afueras de todo pero junto al centro de la ciudad donde un 1 de abril de 2005 se construyó en el que durante años fue uno de los centros culturales de España. El edificio, realizado por los arquitectos Enrique Tuñón y Luis Mansilla, se convirtió en uno de los emblemas de la nueva ciudad, una capital que aspiraba a convertirse en un foco de la innovación y que en pocos años ganó el premio de arquitectura Mies Van der Rohe, uno de los más importantes del mundo.
El Musac siguió la estela del Auditorio, obra de los mismos arquitectos, y precedió a uno de los proyectos mutilados de la ciudad, el palacio de Exposiciones y Congresos, en la antigua Azucarera. Fue precisamente en este edificio donde tuvo lugar la puesta de largo del museo, en una noche que puso los cimientos de las pretensiones del proyecto que el equipo directivo venía a ofrecer a los leoneses. Había dinero pero también ganas de conquistar un nuevo espacio para el arte, la creatividad, la literatura y la acción social.
El Musac comenzó a aparecer en revistas de todo el mundo gracias a la calidad de las exposiciones —al principio había cuatro temporadas expositivas— así como a la trascendencia de la reflexión intelectual que todas ellas desbordaban. Hasta León llegaron las voces más importantes del mundo artístico, pero el verdadero ejemplo del Musac fue que consiguió inmiscuirse en la sociedad leonesa como ninguna otra experiencia cultural anterior.
Cada inauguración, cada conferencia, cada intervención en la ciudad, cada una de las apuestas generadas por el nuevo espacio creativo tuvieron la complicidad del público, tanto como la de la crítica y los grandes nombres. Coleccionistas internacionales como Cristina Cisneros, artistas como Hedi Slimane, Julie Mehretu, Shirin Neshat, Ugo Rondinone, comisarios como Agustín Pérez Rubio y Octavio Zaya, intelectuales como Kyong Park o Alejandro Jodorowsky desembarcaron en León. Pero además, el Departamento de Acción Educativa y Cultural puso en marcha un sinfín de proyectos de colaboración con el público entre los que destacan revistas como Hipatia, acciones como conmover, mover, movilizar, o el proyecto Traspasar el aula
De manera paralela a la actividad artística, se puso en marcha una colección que se compone de más de 1.600 obras de 400 artistas nacionales e internacionales.
Ahora, de la mano del director Álvaro Fominaya, el Musac busca reencontrar las raíces que le dieron su razón de ser. Es el caso de una de sus últimas exposiciones, Concretos, una muestra cuyos comisarios reflexionan acerca de hasta qué punto el hormigón se ha convertido en la fachada del desarrollo social del último siglo y cómo puede ser analizado desde el punto de vista social, político y arquitectónico.