Cecinas Leitariegos. El sabor artesano

No es del todo cierto que los tiempos cambien. Al menos para algunas cosas. El cliente busca lo mismo: un producto de calidad y artesano. Los dos valores se resumen en la propuesta de las marcas Casa de la Montaña, Rioluna y Leitariegos, de Cecinas Leitariegos, uno de los sellos que garantizan en León el sabor auténtico de los chacineros que heredaron el saber de sus mayores.

La máxima no evita para que la empresa familiar dirigida por Montserrat Méndez no se haya adaptado para dar respuesta a las demandas de los clientes. No en la elaboración, que parte de «la más rigurosa selección de ganado, la tradición familiar de varias generaciones de maestros chacineros», sino por «la capacidad para aplicar lo más avanzado a la elaboración de siempre», como explica la jefa. La adaptación permite atender los requerimientos de los nuevos canales de venta, en los que los pedidos online han crecido de manera exponencial, e incluso los pedidos que en la actualidad se adaptan para dar incluso atención al encargo de detalles para bodas, bautizos y eventos relevantes. Nada mejor que una buena cecina para que los invitados recuerden la celebración.

Pero no sólo de cecina vive la marca. Junto con el emblema de la marca, que garantiza su calidad dentro de los estándares de la IGP reguladora, con un proceso de curación mínima de 7 meses, ofrecido en piezas enteras, tacos y loncheados, ofrecen un amplio catálogo. El escaparate cuenta con chorizos, de cerdo, en herradura o de tripa cular, y de vacuno; salchichones con la receta de siempre; lomos con las mejores carnes; y lengua de vaca curada. Pero no se acaba aquí, sino que la marca tienta al paladar con sus curados para cocinar: botillo, chorizo fresco oreado para cocer, asar o freír, costilla, salchichas o lacón. Todo con la receta de siempre y el sustento a mayores de la cervecería Naguare, uno de los locales clásicos de Eras de Renueva, el mejor escaparate en el que degustar y comprar los productos de Cecinas Leitariegos.