Diario de León

RUTA 

El bosque mágico de Alija del Infantado

Una visita teatralizada con una niña y una mujer como hadas en el Bosque Mágico de Alija del Infantado.

Un momento de una visita teatralizada en el Bosque Mágico.DL

León

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E l pinar de Alija del Infantado, situado por encima del caño, es un lugar mágico para Eva Hidalgo Río desde su infancia. Recuerda que su abuelo la llevaba de la mano hasta la cueva, como llaman a las bodegas en la villa marinera sin mar. «Cuando me aburría me iba por un caminito y lo recorría», comenta la impulsora de El Bosque Mágico de Alija del Infantado. En aquellos paseos ya sentía a su alrededor la magia de seres extraordinarios invisibles y muy reales en su imaginación. Lucecitas que se encendían y se apagaban y pequeños seres con alas que le han inspirado la ruta y el cuento que la acompaña.

Dos personajes de una visita teatralizada al Bosque Mágico de Alija del Infantado.

En las visitas teatralizadas del Bosque Mágico de Alija despiertan los 'seres grandes'.DL

Eva nació en Bilbao, de padre alixano y madre asturiana. Hace nueve años decidió trasladarse a vivir en el pueblo de sus raíces paternas y de su infancia. Aquí han nacido su hijo Ethan y su hija Covadonga, de 8 y cuatro años de edad. En 2021, mientras daba clases de pintura en una actividad extraescolar se le ocurrió empezar un proyecto a largo plazo. «Empezamos a hacer las casitas de hadas y acabó todo el pueblo haciendo casitas, desde señoras de 80 años a los niños y niñas», explica.

Un año después, en febrero de 2022, inauguraron el Bosque Mágico. Unas 1.500 personas acudieron al evento por el ‘boca a boca’ de las redes sociales. La ruta mezcla literatura y tradición y se sumerge en la naturaleza y el patrimonio de Alija del Infantado. El recorrido tangible deja espacio a la imaginación.

El Bosque Mágico de Alija del Infantado empieza con todo un personaje. Bárbol no pudo evitar ser transportado desde El señor de los Anillos a este bosque para convertirse en su protector. Y al parecer lo hace con mucho esmero. Cuentan que por las noches desentierra sus raíces y pasea por el bosque para comprobar que todo está en orden.

Este árbol con las letras cambiadas, tan viejo como la tierra y de sabiduría infinita, es el punto de partida de la ruta que se reabre con visitas teatralizadas el sábado 9 de marzo y con un nuevo recorrido circular gracias a la ampliación con el Valle de los Duendes. Los «seres grandes» del bosque despiertan y volverán a acompañar a los habitantes

La Cascada de las Xanas, las hadas leonesas que viven en las aguas cristalinas, es un lugar doblemente mágico. No es casualidad que las xanas habiten en el bosque de Alija. «Un manantial subterráneo recorre el bosque y sus aguas son curativas y mágicas», explica Eva Hidalgo Río. Una vez al año, todos los seres del bosque beben en las aguas de las xanas.

El camino continúa hacia la Mina de los Gnomos, donde los pequeños seres mineros excavan las entrañas del bosque para sacar sus piedras preciosas. Cada tercer domingo de mes, el líder de los gnomos, Gromel, sube a la superficie con las piedras para hacer trueques con la gente del pueblo.

En el Valle de las Hadas se ven los destellos de las más bellas y delicadas habitantes del bosque. Su brillo se debe posiblemente a que nacen gracias a la sonrisa de un niño, un pensamiento alegre y el arcoíris. Con esta agradable sensación se llega al valle de Ella-laraña, otra protectora del bosque. Una escultura de dos metros de altura, donada por el escultor cacereño José Manuel Baños Lucas, es la imagen viva de la guardiana del tesoro de la Moura.

Historias de trasgus que viven tras las puertas de las bodegas caídas amenizan la ruta teatralizada en este punto que era final del camino y ahora es continuación hacia el Valle de los Duendes, donde un juego de pistas se esconde en los árboles. Los huevos de Siso, la dragona, anuncia la próxima llegada de dragoncitos a este bosque mágico y la entrada en Villa Duende, donde viven los responsables de que haya setas en el bosque alixano.

En el bosque no hay figuras de las hadas, ni de los duendes, ni de los trasgos o xanas. Es algo intencionado. Quieren dejar espacio para creer en la magia. «Durante el recorrido siempre hay algún niño que ve un hada volando», comenta Eva Hidalgo Río.

La jornada se completa con visitas al patrimonio de Alija del Infantado. En las casitas hay pistas para encontrar casas singulares en el pueblo y para visitar espacios emblemáticos como el caño, la iglesia de San Esteban donde se celebra cada año la boda alixana, el castillo o la plaza de la Marina. Los seres grandes, entre diez y doce personas, se convierten en guías extraordinarios de este pueblo que ha logrado la mayor de las magias: unirse y ser una piña en torno a un proyecto en el que todo el mundo ha puesto su grano de arena.

El Bosque Mágico quiere mantener este espíritu comunitario y cooperativo, aunque ahora cuentan con el apoyo municipal para el mantenimiento y han creado la asociación La Yera para canalizar iniciativas culturales.

Las rutas guiadas son gratuitas y son completadas con talleres de pinta caras, para pintar piedras o escribir cartas a las hadas que, por cierto, no han dejado de recibirlas durante los meses en que los seres grandes han estado ‘dormidos’. Sólo piden una cosa: «Nunca dejéis de creer en la magia».

Las rutas teatralizadas al Bosque Mágico de Alija del Infantado, al igual que los talleres, son gratuitas. Sólo piden una cosa: «Nunca dejéis de creer en la magia»

Las rutas teatralizadas cuenta con entre 10 y 12 personajes.dl

 La ruta por el Bosque Mágico de Alija se completa con visitas al patrimonio alixano.dl

El buzón de las cartas para las hadas en el Bosque Mágico.dl

Uno de los 'seres grandes' del Bosque Mágico alixano.dl

Las casitas son obra de todo el pueblo, desde mayores a chicos y chicas.dl

El castillo de Alija del Infantado es uno de los espacios de las visitas.dl

Hadas y duendes de todas las edades en Alija del Infantado.dl

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