Luna: el abrazo más fascinante
Abrazar Luna admirando sus impresionantes paisajes es posible a través de una de las muchas rutas que ofrece el privilegiado parque natural en el que se enclava. El Anillo de Luna es una ruta circular de algo más de 20 kilómetros que recorre los antiguos caminos de los pastores de esta comarca rica en historia, patrimonio y naturaleza
Luna es sinónimo de naturaleza extrema, de patrimonio y de cultura, una cultura que se teje a través de siglos de historia vinculada al pastoreo, y a las tareas vinculadas con la ganadería extensiva y la agricultura. Todo, en un entorno privilegiado, en medio de unos paisajes enclavados en uno de los espacios más visitados de la provincia, el Parque Natural de Babia y Luna.
Para conocer parte de etos paisajes, existe una ruta circular, denominada Anillo de Luna, que se integra en el corazón de las montañas de Luna, descubriendo increíbles panorámicas a lo largo de un trazado que enlaza varias majadas y puertos.
Con un total de 21,9 kilómetros de longitud, y una dificultad media, la ruta se puede iniciar en cualquiera de las poblaciones del Valle de Caldas y se puede hacer indistintamente en ambos sentidos, aunque se recomienda hacer la subida por Robledo de Caldas y bajar por el valle de Cacabillos a Caldas de Luna. De este modo la marcha se inicia caminando por el margen de las carreteras locales que enlazan los pueblos asentados en las vegas del arroyo de Caldas en Caldas de Luna y del arroyo de la Fuentona en La Vega de Robledo y Robledo de Caldas.
Una vez en Robledo de Caldas, la ruta se inicia en la parte alta del pueblo, por una pista forestal que afronta de inmediato un duro ascenso zigzagueando por la ladera. La parte más fuerte de la subida finaliza cuando se alcanza la majada de las Agujas, no obstante la ascensión continúa hasta coronar el alto de La Collada, donde se encuentra un refugio de pastores.
Alrededor del mismo se extienden amplios pastizales que conforman puertos utilizados desde siempre por rebaños trashumantes de merinas.
Franqueando el paso de montaña, la ruta continúa por un camino empedrado que, manteniendo la altura, va doblando el valle del arroyo de las Rozas a media ladera, descubriendo magníficas panorámicas de los valles profundos y sierras sobre las que despuntan los picos calizos de Las Ubiñas.
Este tramo conduce hasta la majada de la Cazurría, asentada en una morrena previa al collado de Cacabillos, que se insinúa al este a los pies de los contrafuertes septentrionales del pico La Silla.
Este nuevo collado descubre un valle curvilíneo, que va virando progresivamente al sur tapizado por un monte bajo de brecina y tojo con manchas de piorno..
El descenso conduce hasta la majada de Bartolo como paso previo a la salida del valle, que se encaja al pie del sendero. Esta angostura desemboca en la braña de Lavén, donde la ruta sale a una pista forestal que, por la derecha, realiza un largo descenso por Valdecarrio hasta la boca del túnel de El Negrón, en la autopista A-66.
Para llegar a Caldas de Luna, ya solo resta un trayecto final por una pista que sortea por dos veces la autopista por pasos subterráneos mientras va dejando atrás la llamativa mancha verde de El Fayeo, uno de los escasos hayedos que perduran en la comarca.
Desde Caldas de Luna, si queremos completar la ruta circular, continuaremos por carretera hasta llegar al punto de partida.