De viaje a... Valdelugueros
Entre impresionantes paisajes naturales, el municipio de Valdelugueros, enclavado en pleno corazón de la Reserva de la Biosfera de Los Argüellos, ofrece desconocidos tesoros naturales, como la Cueva de Llamazares, que surgen desde las entrañas de la tierra para mostrar uno de los mayores espectáculos geológicos visitables de la provincia
En pleno corazón de la Reserva de la Biosfera de los Argüellos, en la montaña central leonesa, Valdelugueros ofrece un entorno privilegiado en el que la naturaleza, la cultura y la gastronomía lo convierten en uno de los lugares más emblemáticos de la provincia.
Situado en la cabecera del río Curueño, el municipio es un auténtico paraíso para los amantes de la aventura, del turismo de naturaleza y montaña y de la pesca. Cuenta además con un sinfín de rutas de senderismo, vías de escalada y, en temporada invernal, posibilidad de practicar el esquí alpino, de travesía y raquetas de nieve.
En este maravilloso contexto afloran numeroso tesoros naturales reconocidos como las Hoces de Vegacervera, la Cueva de Valporquero, las Hoces de Valdeteja, la cascada de Nocedo o la Cueva de Llamazares, un lugar tan fascinante como desconocido y que se abre desde las entrañas de la tierra para todo aquel que lo quiera descubrir.
La Cueva de Llamazares es todo un tesoro natural por descubrir, y que está a menos de 60 kilómetros de la capital leonesa.
Para visitar este enclave, incluido en el listado de lugares de interés geológico de la provincia de León, es preciso hacer una reserva llamando al número de teléfono 669 34 92 14. Se puede disfrutar de una visita de 3 horas y 30 minutos de duración, perfectamente guiada, en la que se ofrece todo tipo de explicaciones sobre la cueva, la flora y la fauna que la rodean, además de una degustación de mieles e infusiones de la zona.
El agua de lluvia que las nubes descargan en la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica y que antes o después terminan en el cauce del río Curueño, han creado, tras miles de años de incesante labor, una impresionante sucesión de galerías y cavernas en las que proliferan formaciones kársticas únicas y formaciones muy poco habituales en otras cavidades del mismo origen.
A este privilegiado lugar, situado al norte del pueblo de Llamazares se accede por un bonito sendero, que a lo largo de un kilómetro asciende hasta la entrada de la gruta no sin antes ofrecer al caminante espectaculares panorámicas del valle que desciende hacia Lugueros y divisando fácilmente el recomendable hayedo que une Llamazares con el vecino pueblo de Redilluera o la silueta que recorta el pico Bodón, atalaya del valle con sus 1.959 metros.
La Cueva Llamazares está a 1.475 metros sobre el nivel del mar y topográficamente tiene forma de “H”. El recorrido habilitado para las visitas, se adentra 700 metros en el corazón de la montaña y a cada paso sorprende con las caprichosas formas talladas por la naturaleza.
Además, es pionera en mostrar la fluorescencia de los minerales con luz negra, lo que permite que las paredes de sus galerías brillen en un intenso amarillo fosforito, gracias a su alto contenido en manganeso.
El punto más profundo de la gruta es una sima con más de 50 metros donde se han localizado restos, posiblemente de un gato montés, pero también de un oso y de murciélagos. Y si algo llama la atención del espectador, son los grandes contrastes que pueden verse en el interior de esta cavidad. En los últimos instantes del recorrido, desde la sala final del trayecto, se observa una parte superior donde predominan las coladas con banderas, estalactitas y estalagmitas, y una parte inferior con las formas coralinas de agua dulce. Todo un espectáculo natural y una enriquecedora experiencia que se puede completar con una visita a alguno de los doce pueblos que forman parte de este municipio de espectaculares paisajes, inigualable gastronomía y muchos tesoros por descubrir.