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Riocamba, el orgullo forestal de León

Se cumplen 80 años desde que el ingeniero Juan Jesús Molina Rodríguez redactara el primer proyecto de repoblación para un monte de utilidad pública, que sacó del abandono y la degradación lo que hoy en día representa una de las masas forestales más importantes y productivas de la Comunidad. Riocamba, el mayor ejemplo de regeración forestal, acoge el próximo sábado 8 de junio una jornada divulgativa para celebrar el Día de los Montes

En 2017 se descubrió una placa con el nombre de Juan Jesús Molina, fallecido ese año a los cien años de edad, en reconocimiento a su labor de repoblación llevada a cabo en el monte Riocamba, con la que sacó del ovido y la degradación a la que hoy es una de las masas productivas más importantes de la Comunidad.

León

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El próximo 8 de junio, el Monte de Riocamba se convertirá en un inmenso aula para acoger la celebración de una jornada divulgativa con la que el Colegio Oficial de Ingenieros de Castilla y León, la ULE y la Junta celebran el Día de los Montes.

No se ha podido buscan un enclave mejor.

Enclavado en pleno corazón de la comarca de Sahagún, el monte celebra los 80 años desde que el ingeniero Juan Jesús Molina Rodríguez redactara el primer proyecto de repoblación para un monte de utilidad pública, que sacó del abandono y la degradación lo que hoy en día representa una de las masas forestales más importantes y productivas de la Comunidad.

Esta primera repoblación planificada en Castilla y León, cuyos trabajos se extendieron hasta el año 1962, constituye todo un referente en la política de medio ambiente llevada a cabo por la Junta de Castilla y León, ya que a partir de ese momento se emprendió un trabajo de ordenación sin precedentes que ha dado como resultado que León sea la provincia con mayor superficie arbolada de España, con un total de 532.149 hectáreas.

Tras siglos de explotación ganadera y los continuos incendios forestales, Riocamba fue objeto de un proyecto de regeneración basado en la plantación de pinos silvestre y negral. Un patrimonio forestal que es una mina verde capaz de tirar de la economía de toda una comarca, ya que a las 2.493 hectáreas que abarca Riocamba, hay que sumar las posteriores repoblaciones llevadas a cabo en los páramos del Cea y del Carrión, ya en el límite de Palencia. La masa forestal que hoy se extiende sobre más de 25.000 hectáreas da riqueza ambiental da trabajo directo e indirecto a gran parte de la población de sus municipios.

A la entrada de la bosque, a la que se accede por Canalejas, y testigo de esos tiempos, aún están en pie las casas de los peones y la escuela, situadas en las faldas del arroyo Camba, de 7,89 kilómetros, hoy en día declarado reserva fluvial y que se encarga de facilitar toda la riqueza hídrica que requiere la zona. El arroyo fue remodelado hace años para que los helicópteros antiincendios puedan cargar agua allí y facilitar de este modo la lucha contra el fuego. De hecho, una inmensa torreta ayuda a los vigías de la Junta para evitar desde las alturas que la presencia del fuego arruine este tesoro forestal, que goza de varias figuras de protección como Zona de Especial Conservación (ZEC), de especial protección para las aves, y Red Natural 2000, que en total suman 518 hectáreas, un 21% de la superficie del monte.

Desde esa torre se divisa un majestuoso paisaje que en forma de un inmenso manto verde emerge entre la tierra y el cielo.

Además de la variedad de pinos repoblados, que son todo un ejemplo de aprovechamiento maderable sostenible, el proyecto inicial incluyó la plantación de rebollos y abedules, que fueron dando paso a otras especies como helechos, acebos y robles, que finalmente recuperaron su espacio. Esta rica vegetación ha ido albergando una importante fauna formada mayormente por venados como ciervos y corzos, además de jabalíes, lobos, zorros, liebres y perdices.

En 2017 se descubrió una placa con el nombre de Juan Jesús Molina, fallecido ese año a los cien años de edad, en reconocimiento a su labor de repoblación llevada a cabo en el monte Riocamba, con la que sacó del ovido y la degradación a la que hoy es una de las masas productivas más importantes de la Comunidad.

En 2017 se descubrió una placa con el nombre de Juan Jesús Molina, fallecido ese año a los cien años de edad, en reconocimiento a su labor de repoblación llevada a cabo en el monte Riocamba, con la que sacó del ovido y la degradación a la que hoy es una de las masas productivas más importantes de la Comunidad.

En 2017 se descubrió una placa con el nombre de Juan Jesús Molina, fallecido ese año a los cien años de edad, en reconocimiento a su labor de repoblación llevada a cabo en el monte Riocamba.