Restaurante El Sauce, un placer a la mesa

Nueve años deleitando y dando gusto al paladar de todo el que haya probado sus manjares culinarios son el mejor aval del restaurante El Sauce. Platos de calidad elaborados con el máximo cariño y la esencia de una cocina que cuida de las tradiciones apostando también por un toque personal llaman cada día los sentidos de un cliente que bien sea cotidiano o puntual sale siempre satisfecho.

La gastronomía es eso. Ofrecer lo mejor para que el disfrute gastronómico sea el óptimo. Y todo con un servicio exquisito, tanto en el comedor como en una terraza que con la llegada del buen tiempo es todo un oasis.

Abierto desde las 12.00 horas, e restaurante El Sauce ofrece la posibilidad de un menú del día de lunes a viernes a un precio económico de 13 euros, raciones y una amplia carta que se extiende a las comidas por encargo. Y hasta las doce de la noche.

Su oferta variada tiene respuesta para todos los gustos. Y con elaboraciones como los ricos cachopos que en sus fogones llegan a nada menos que 35 rellenos diferentes desde el de bacon, queso, setas y pimientos hasta el de jamón, queso y tomate caramelizado o el de cecina, queso y castañas en almíbar por citar alguno de ellos entre los que se encuentran los cinco más clásicos.

Pero la riqueza gastronómica de El Sauce no se queda ahí. Guisos como los de botillo, cecina de chivo, cocido o las patatas guisadas con choco y almejas son también otras de sus propuestas para una buena mesa y mantel en la que no pueden faltar las calderetas como la de merluza, rape bacalao a la cazuela con pisto a lubina rellena. De pescado pero también de carne como las de cordero, Rabo guisado con champiñones o las carrilleras de ternera.

Especialidades como las de lechazo, cabrito, pollo de corral y solomillo son también muy demandadas por los comensales al igual que las parrilladas de verduras y de carne o los arroces por encargo que van desde la paella mixta a la de verduras o la de arroz negro con chipirones. Un producto tan típico como la tortilla (con cebolla) tampoco puede faltar. Para chuparse los dedos.