La naturaleza en su estado puro para el disfrute del visitante tiene nombre propio en el Valle de Sajambre. Paisajes extraordinarios, un encanto especial y numerosas propuestas que desde el Ayuntamiento de Oseja se han impulsado a lo largo de estos años han dado como resultado una oferta que encanta y llama a las puertas de un turismo de todas las edades que destila mucha vida
De viaje a
Oseja de Sajambre
La provincia de León tiene en el Valle de Sajambre un poderoso pulmón que destila naturaleza, belleza y sin duda alguna un atractivo singular que abre de par en par las puertas al visitante para disfrutar de un turismo tranquilo, reparador y extensivo a cualquier edad.
Con Oseja de Sajambre como su localidad cabecera y titular del municipio comparte presencia con otras cuatro localidades: Ribota, Soto e Sajambre, Pío de Sajambre y Vierdes, y encuadrado en la cabecera del río Sella en la vertiente leonesa del Parque Nacional de Picos de Europa, el Valle de Sajambre puede presumir de su carácter vital en el que los extensos bosques de hayas con presencia de abedules y robles centenarios (algunos con más de tres siglos de vida) dan esencia a una zona que destaca por su vitalidad y de la mano del Ayuntamiento de Oseja cuenta con numerosos alicientes para disfrutarla a lo largo de todo el año. Amplias zonas de pasto de intenso color verde, dan un toque de contraste al espectacular paisaje del que disfruta Sajambre, al tiempo que justifican la tradicional dedicación de los pobladores a la ganadería en régimen extensivo que, genera entre otros productos, ricas carnes y unos quesos muy apreciados.
La enraizada tradición de vida en la montaña es aún hoy patente en numerosos testimonios de los pueblos sajambriegos, que mantienen usos y aprovechamientos del territorio con una rica manifestación etnográfica en útiles y construcciones. Una buena muestra de ello es la existencia de cuantiosas majadas de pastores así como la numerosa presencia de hórreos, que de tipología asturleonesa, se pueden ver o visitar en cada uno de los pueblos del valle.
El Valle de Sajambre es sin duda la mejor opción para el turismo familiar. Las rutas en Sajambre pueden dar respuesta a todas las opciones y gustos de los visitantes, tanto largas como cortas. Al igual que sus actividades en torno a la naturaleza, con propuestas para todos los niveles, y ¡rutas accesibles para todas las edades.
La Senda del Arcediano, Pico Pozúa, Pico Jairo, Canto Cabronero y Peña Beza, Pozalón-Niajo, Pica Ten... Solo enumerarlos significan naturaleza en estado puro. Escenarios y propuestas abiertas al visitante que sin duda alguna forman parte del destacado legado natural y patrimonial de esta zona leonesa.
Un ejemplo es la subida a la Pica Ten. Subir al mirador de la Pica Ten constituye toda una experiencia única. Los carteles informativos, las mesas y los bancos colocados en el itinerario, la existencia de quitanieves y las protecciones hacen que ese turismo familiar cuente con todas las posibilidades de disfrute. El Ayuntamiento de Oseja de Sajambre, dirigido por Antonio Mendoza, ha apostado fuerte por este punto, con un mirador que sirve para disfrutar de unas vistas espectaculares a todo el Valle de Sajambre.
Otra ‘joya natural’ de obligada visita para disfrutar de la esencia de este valle es sin duda la Senda del Arcediano. Repartida en dos tramos, la ruta, bien señalizada y balizada para que el viajero no se pierda, nace en el puerto Pontón, a 1.296 metros de altitud. Desde este alto la senda, en un descenso continuo hacia Oseja se adentra en la umbría de los hayedos. El viajero puede disfrutar de los invernales que dan testimonio de la herencia ganadera de esta tierra en la que las praderas alimentan reses de una calidad superior. En Entramboscaminos, como desvela el nombre, la Senda del Arcediano se cruza con el antiguo camino de Valdeón.
El segundo tramo comunica Oseja con Soto de Sajambre, de apenas cuatro kilómetros y que puede hacerse por separado, sin apenas dificultad, en familia, como un paseo, en cualquier época.
Dos ejemplos estos de una riqueza que el Valle de Sajambre con Oseja a la cabeza ofrece al visitante y que son parte de un rico patrimonio natural que tiene también excelentes compañeras de viaje en la gastronomía, la cultura y la arquitectura de una zona que respira vitalidad y mucha salud.