Un verano de baño en baño
La provincia de León, a falta de mar, cuenta con infinidad de piscinas en sus pueblos que ofrecen amplias zonas verdes para descansar tras el chapuzón, cursillos de natación y cafeterías y restaurantes para aprovechar la jornada
Con la entrada del verano, la provincia de León se prepara para las vacaciones. La ciudad se vacía y los pueblos se llenan de gente, de veraneantes llegados de todos los puntos que aprovechan los días de descanso para regresar a sus orígenes y ver a la familia. Los pueblos son mágicos en verano, pero lo son aún más cuando una piscina permite aliviar el calor sofocante de la tarde con un chapuzón refrescante. Pasar la tarde tomando el sol, a la sombra de los árboles, contemplando la naturaleza y la montaña...
León está salpicada de pueblos y las piscinas se han convertido en indiscutibles para las nuevas generaciones. Espacios en los que juntarse con los amigos para charlar y pasar la tarde. Pero también son una buena opción para los que aún no han cogido las vacaciones y desean escaparse un rato o desconectar en el fin de semana.
El verano en León está marcado por los días cálidos, pero en las noches refresca. Ante este desafío, cada son más los ayuntamientos que apuestan por calentar el agua de sus instalaciones veraniegas para garantizar una temperatura adecuada para los bañistas. Sobre todo los de la montaña, que no quieren perder el tirón de sus paisajes por un agua fría. Así, además de calentar el agua con placas solares aprovechando la iluminación del sol durante el verano, muchos cubren sus vasos por la noche con una manta térmica para que el calor no se escape. Todo, para que el bañista pueda disfrutar del agua en perfectas condiciones.
Los cursillos de natación son fundamentales y en los ayuntamientos leoneses lo saben. Los meses de verano se aprovechan para en horas de escasa afluencia enseñar a nadar no sólo a los más pequeños, también a los adultos que quieren aprender o mejorar su estilo.
Los pueblos de León ofrecen así multitud de posibilidades para pasar el verano de baño en baño, de chapuzó en chapuzón, de piscina en piscina, aprovechando el calor. Una alternativa para los días soleados que, además, es una forma de fomentar el deporte, ya que muchas instalaciones veraniegas se complementan con canchas y polideportivos. Y también, una forma de impulsar el turismo en los pueblos.
A falta de mar, León cuenta con un sinfín de piscinas, de todas las formas y condiciones para disfrutar del verano, para refrescarse, para descansar y coger fuerzas de cara al próximo invierno tras unos días estivales al sol y en el agua, porque las posibilidades en los pueblos de León, con su amplia oferta de piscinas, es casi infinita.