«Nuestra política se basa en reducir el gasto para seguir invirtiendo»

El alcalde de Villarejo de Órbigo, José Manuel Acebes, hace balance de los cinco años que lleva al frente de este Ayuntamiento, con motivo de la celebración de las fiestas del Carmen, y de la Feria del Ajo el próximo martes.

—¿Como vive Veguellina el verano?

— En el verano aumenta mucho la población, se llena el pueblo, y eso se ve en las tiendas y en los bares, se abre la piscina, el camping, pero no hay problema, estamos preparado para dar respuesta a toda esa gente que viene a nuestra localidad, ya que Veguellina tiene muchos negocios, restaurantes, tres supermercados, sucursales bancarias y una buena comunicación por autobús y por tren. Nos faltaría quizás contar con un hotel.

—¿Que tal se está desarrollando su mandato?

—Bien, siempre con mucho trabajo, ya que en estos últimos años estamos cambiando muchas cosas. Estamos inmersos en un cambio de funcionarios en el Ayuntamiento, ya que algunos se están jubilando y está llegando nuevo personal, como el secretario, y además hemos empezado el año con muchas obras.

—¿Cuáles son las más importantes?

—No la más importante pero sí la más visibles es la remodelación de la Plaza de España que ya casi está rematada, que es la que más polémica ha despertado entre los vecinos, ya que todo el mundo ha querido opinar, cosa que está muy bien. Vamos a esperar al mes que viene que estará terminada, esperemos que le guste a todo el mundo. Tenemos en marcha más obras, que se ven menos, como colectores o canalizaciones de agua, y también tenemos ya adjudicadas con cargo a los Planes Provinciales de 2022 y de 2023 las obras de remodelación de las aceras de las carreteras de Villarejo y la de Riego, por valor de más de 300.000 euros. Otra obra importante que ha salido adelante con cargo a fondos europeos es la renovación de las luminarias por LED en Veguellina y Villoria, un proyecto que cuenta con un presupuesto de 583.000 euros, y que además supondrá un importante ahorro energético para el Ayuntamiento.

—¿Cual es la filosofía de su equipo de Gobierno?

—La verdad es que siempre henos querido ser muy austeros con los gastos. De la corporación el único que cobra algo soy yo, y el resto de los miembros solo cobran por asistencia a los Plenos. Pero lo bueno es que estamos intentado aprovechar los recursos, reducir los gastos y aumentar las inversiones. El problema es que en los últimos años los costes de muchas obras se nos han disparado, por lo que hemos tenido que asumir cerca de 300.000 euros en sobrecostes, pero hemos saneado mucho las cuentas y hemos podido seguir invirtiendo.

—¿Cual es ahora mismo su principal demanda?

—Lo que más necesitamos en estos momentos es un poco centralizar nuestras oficinas municipales en un mismo edificio, ya que el consistorio de Villarejo se nos queda pequeño, que además cuente con espacio para instalar allí un museo que albergue nuestra colección de proyectores de Miguel Pérez Trébol. Además el archivo está saturado. Ahora mismo estamos preparando un edificio que compramos en el paseo de la Estación en el año 2021 y que cuenta con 350 metros cuadrados de planta y que servirá de sala de reuniones, para el ensayo de música, y espacio polivalente.

—¿Como va el desarrollo industrial del municipio?

—Tenemos un polígono con mucha actividad, una actividad liderada por dos grandes empresas como son legumbre Penelas, que en épocas puntuales puede superar los empleados, y Primaflor, dedicada al preparado de ensaladas también con casi cien empleados. También hay un taller de forja, otro de canalones, de ebanistería y otras muchas.

—¿Hay suelo disponible?

—El Ayuntamiento tiene dos parcelas que ahora mismo esta usando Tragsa para las obras de concentración parcelaría que se están llevando en la zona para modernizar la Presa de la Tierra y el Canal de Villares

—¿Que implican estas obras de modernización de regadíos?

—Yo creo que acabarán este año. Desde luego que va a ser un revulsivo muy importante para la zona, ya que de entrada es una inversión muy importante, de más de 35 millones de euros solo la balsa y la estación de bombeo, y además va a supone una concentración grande de fincas, cambio de propiedad, y cambio en los cultivos que necesitarán más mano de obra.