De viaje al Ecomuseo de La Sebe
Cuadros, donde la Etnografía tiene ‘casa’ propia, suma un nuevo atractivo con el Ecomuseo de La Sebe. Un espacio que ensalza estas barreras sonoras, visuales y contra la contaminación, que constituyen una bomba de nutrientes para fertilizar el suelo y fomentan la biodiversidad. Una joya verde a la entrada de Lorenzana, didáctica, con caminos y paneles.
Los elementos expositivos están realizados con materiales ecológicos de larga duración. Hay carteles con los nombres de las plantas, imágenes y textos.
Con saúcos, zarzas, sauces o espino albar, las sebes no sólo se han utilizado tradicionalmente para crear cierres en las fincas, sino que sus flores y bayas han servido para realizar ungüentos e infusiones, curar heridas, lavar los ojos, tratar los catarros y como antecesores de la aspirina. Con su madera se han diseñado mangos, canillas y flautas y hasta se han empleado como remedio mágico al colgar sus ramas en las cuadras para ahuyentar posibles males al ganado.
Esas curiosidades y otras más se exponen en el Ecomuseo La Sebe, que abre sus puertas al aire libre a la entrada de Lorenzana y fue inaugurado a mediados de mes por la alcaldesa de Cuadros, María Teresa Fernández García, quien destaca que esta actuación pone en valor las tradiciones, desarrolla un fuerte sentido de identidad y permite comprender las culturas que nos moldean.
La idea es construir puentes entre generaciones y promover el desarrollo en las comunidades locales. Y en ese camino se ha transformado un lugar degradado en un espacio público y acogedor, de uso recreativo, cultural y educativo gracias al plan Impulsa de la Junta y el Ayuntamiento, que han aportado 34.703 euros. La finca donde se ubica el Ecomuseo de La Sebe estaba abandonada desde que hace décadas se solventó el punto negro del ferrocarril y se modificó el trazado de la carretera de Caboalles.
Los escombros de todo tipo que se acumulaban se limpiaron, se niveló la plataforma con aporte de tierra y se delimitaron los caminos y parterres que conforman el Ecomuseo, que exhibe árboles, arbustos y las plantas más utilizadas para formar las sebes, junto con paneles informativos. Se trata de un espacio verde interpretativo dedicado a las plantas de los setos arbolados, que acerca a los visitantes a la ecología, los usos tradicionales y el patrimonio cultural de los paisajes agrarios.
El Ayuntamiento de Cuadros implanta así un recurso turístico y educativo caracterizado por su accesibilidad física e intelectual y por su sostenibilidad (bajo consumo de agua, mantenimiento reducido y materiales ecológicos, locales y duraderos). De hecho La Sebe se puede recorrer caminando, pero es también accesible para personas en silla de ruedas. A lo largo de los senderos se han instalado árboles y arbustos de forma lineal y en ocasiones de manera dispersa junto con los elementos expositivos que hacen referencia a ellos.
Cada una de las cuatro áreas delimitadas por caminos se dedican a un tema principal, con una Introducción de los bosques a las sebes; sobre plantas y animales de las sebes; el patrimonio cultural con sus las palabras y trabajos; y sobre los beneficios de las sebes, entre ellos se destaca que moderan las temperaturas extremas, constituyen buenas barreras frente al viento, incrementan la producción agraria, mejoran la polinización y el control biológico de plagas.
Las sebes protegían al ganado.
La información se ofrece a través de elementos expositivos atractivos, accesibles para todas las personas, realizados con materiales ecológicos y locales (madera y elementos reciclados) de larga durabilidad y de bajo mantenimiento. Los carteles muestran los nombres comunes, locales y científicos de las plantas, acompañados de textos e imágenes fácilmente legibles, comprensibles y sugestivos, ya que incluyen placas con frases célebres de escritores e intelectuales de reconocido prestigio como Gabriel García Márquez: «Te quiero no por ser quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo» y «No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió»; Ernest Hemingway: «El mundo es un buen lugar por el que vale la pena luchar»; Mario Quintana: «El secreto no es correr detrás de las mariposas, es cuidar el jardín para que ellas vengan a tí»; o Ryunosuke Satoro: «Individualmente somos una gota, juntos formamos un océano». Además del uso de plantas locales, que son poco exigentes en el consumo de agua, se ha instalado un sistema de riego eficiente y materiales que reduzcan el crecimiento de plantas adventicias y, por lo tanto, de las labores de mantenimiento del jardín. Para poner en marcha este espacio público se favoreció la partición local y las relaciones de colaboración intergeneracionales en la plantación de árboles y arbustos y la creación de cierres vegetales, con especial atención a la población en edad escolar. De hecho los alumnos de infantil del CRA Maestro Emilio Alonso cuentan con una placa con su nombre y apellidos en el Ecomuseo al haber protagonizado una plantación. Cuadros acredita así su ADN como defensor de las tradiciones.