Froilán revive en La Virgen
La Virgen del Camino y Froilán alientan cada 5 de octubre la romería más concurrida de León, a la que acuden más de 60.000 almas. La tradición manda desgastar un poco más la nariz en bronce del santo, besar el manto de la patrona de la Región Leonesa y comprar perdones
Aunque su cartílago de bronce se ve ya un poco desgastado de tantos tirones, el Froilán largirucho y asceta que talló el genial artista catalán Josep María Subirachs hace 63 años aguardará el próximo día 5 de octubre a sus fieles impertérrito y agarrado a su báculo de obispo, en la entrada sur de la Basílica de La Virgen del Camino, en la puerta que lleva su nombre.
Porque esa mágica jornada en que se venera al santo es tradición, y lo sabe, ‘tocarle’ las narices para ganar salud. Nadie discute que la romería de San Froilán en La Virgen del Camino es la cita más concurrida de la provincia, la más esperada y querida dentro y fuera de León. Porque esta localidad lleva en su ADN conservar y ensalzar las tradiciones en una jornada de disfrute, llena de color, bailes regionales, pendones, carros y variada comida con las que ha sabido atraer a 60.000 romeros de diversas zonas de España, entre ellas algunas tan hermanas como la vecina Asturias.
Los más respetuosos con la historia acudirán a pie, casi ocho kilómetros de peregrinaje. Llegarán en carretas, como se hizo siempre hasta que se inventaron los automóviles. Muchos irán vestidos de leoneses tradicionales o de ‘calle’.
Ser la sede de una de las tradiciones con más colorido de la autonomía, ya que ha sido declarada de interés turístico regional y provincial, es para la Corporación de Valverde de la Virgen un «orgullo». Y no falla. La cita cada año va a más. Esta edición trescientos pendones y pendonetas y cuatro decenas de carros engalanados volverán a exhibir todo su esplendor y poderío desde el aparcamiento de E.Lecrerc hasta la explanada del templo. Una comitiva singular que preludia la misa de mediodía en la Basílica.
El templo recibe a estos guardianes de las costumbres leonesas con sus trece colosos de 700 kilos y seis metros de altura suspendidos en su fachada, que la convierten en un auténtico museo al aire libre emparentado con la Sagrada Familia de Barcelona al ser obra de la misma mano, porque donde Subirachs también creó más de un centenar de figuras en el grandioso edificio religioso ideado por Gaudí.
En el imaginario popular se sabe que también es tradición cada 5 de octubre besar el manto de la Virgen del Camino, la patrona de la Región leonesa y madre preocupada que obra milagros. El tercer rito es comprar avellanas, rebautizadas en la zona como perdones y fáciles de adquirir en las decenas de puestos del mercadillo que rodea el templo. Un hábito que se realiza desde tiempos inmemoriales cuando los mozos llevaban a sus novias un puñado de estos frutos comprados en el mercado de San Froilán para hacerse perdonar por llegar tarde de la concurrida romería.
Y es que la romería de San Froilán en La Virgen del Camino es sinónimo de gentío ordenado, de risas, reencuentros, aires de pulpo, chorizo, morcilla y ondear de estandartes ancestrales. Es recuperar las raíces y la historia que unen a los leoneses en un municipio modeno.
En el mercado habrá además castañas del Bierzo, ajos, embutidos, mantecados, miel, prendas de ropa, bisutería, cerámica... Y como curiosidad en la era de las nuevas tecnologías, junto a las antiguas prácticas se suma una moderna que es realizar un selfie con la efigie de Froilán, el santo que veneró León y recorrió tantos caminos, que nació en 833 extramuros en Lugo y a quien una crisis espiritual le empujó primero a andar hasta el Bierzo, donde en la gruta de Ruitelán se convirtió en ermitaño, luego hasta las montañas del Curueño y más tarde a León, donde se convirtió en obispo.
Así que, al igual que todos los caminos conducen a Roma, el día de San Froilán todos los caminos llevan a la Virgen del Camino, tierra, además, de peregrinos que se dirigen a Santiago y que deben cruzar el municipio, donde encuentran todos los servicios. En el dispositivo de control participarán la Guardia Civil de Tráfico, las policías locales y voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja de Valverde y San Andrés.
Localidad de leyendas, símbolos y monumentos, La Virgen del Camino ofrece, además de la Basílica de piedra, bronce y vidrio que honra a la patrona leonesa, un albergue de 40 plazas y brazos abiertos de acogida.