Diario de León

Pueblos por descubrir: San Cristóbal de la Polantera

San Cristóbal de la Polantera.

San Cristóbal de la Polantera.

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EI municipio de San Cristóbal de la Polantera, al sur de León, debe su nombre a la unión de las localidades de San Cristóbal y de La Polantera, pueblos que se convirtieron en uno conforme crecían y que son germen de un territorio que hoy es guardián de tradiciones, paladín de la cultura y con una economía eninentemente agraria. Entre sus ocho pueblos, San Cristóbal de la Polantera, Villagarcía de la Vega, Posadilla de la Vega, Matilla de la Vega, San Román el Antiguo, Veguellina de Fondo, Villamediana de la Vega y Seisón de la Vega, superan los 600 habitantes, participativos en las propuestas dinamizadoras que programa el Ayuntamiento para sus ciudadanos y que son la punta de lanza para combatir, en esta época, el hastío del otoño tras la intensa actividad estival.

San Cristóbal de la Polantera.

San Cristóbal de la Polantera.RAMIRO

Precisamente este verano, el municipio ha estrenado su primer museo, el único de titularidad pública de todo el país dedicado al acordeón, y que se ubica en la Casa de Cultura de la localidad con diecisiete piezas que ofrecen un muestrario de las fábricas más conocidas de uno de los instrumentos más vinculados a la tradición musical local.

San Cristóbal de la Polantera.

San Cristóbal de la Polantera.RAMIRO

Así, podemos ver acordeones de las casas de Guerrini, Soprani, Scandalli, Hohner, Roland, Farfisa, Borsini o Parrot, de orígenes muy diversos, en países como Italia, Alemania, la antigua RDA, China y el antiguo Reino de Sajonia. La respuesta al por qué de esta singular iniciativa la podemos encontrar en las ya mencionadas aspiraciones del municipio de salvaguardar las tradiciones. Esta, en concreto, se refiere a una de las costumbres más arraigadas y que desembarcó en el pueblo con la emigración de la segunda mitad del siglo XX. Una vez consolidada la idea, la herencia de un amante de estos instrumentos adquirida por el Ayuntamiento ha servido como punto de partida para el fondo museístico, que también cuenta con piezas singulares como un acordeón fabricado hace 130 años en el extinto Reino de Sajonia, o un Estela que es la «joya de la corona» del museo.

En sus instalaciones se puede realizar un recorrido a través de unos elaborados murales sobre los orígenes y la historia de este instrumento, que fue patentado en 1829 por el músico armenio, nacionalizado austriaco, Cyrill Demian. A través de sus paneles explicativos encontramos también información sobre las principales casas fabricantes de acordeones a lo largo de la historia. Todos los datos del museo se pueden conocer a través de un tríptico editado por el Ayuntamiento que da una idea de lo que se ofrece en el recinto habilitadfo en la Casa de Cultura.

San Cristóbal de la Polantera.

San Cristóbal de la Polantera.ramiro

Pero el recuperado espíritu musical de San Cristóbal de la Polantera no se queda ahí. El concejal Alfonso Martínez confirma que el museo también es el germen de una serie de cursos para aprender a tocar el acordeón. Actualmente se imparte uno de ellos, con nueve alumnos de todas las edades, incluidos tres niños. Es, sin duda, un «museo vivo» porque a su vera también se convocará un certamen para acordeonistas aficionados, un plan aún incipiente al que aún le está dando vueltas el Ayuntamiento. Otra de las propuestas es crear una escuela permanente, similar a la que hay en la localidad palentina de Guardo, para afianzar la novel afición que está surgiendo en el municipio.

Mientras el proyecto se consolida y crece, San Cristóbal sigue buscando nuevas iniciativas para aumentar su oferta cultural, embellecer los pueblos y dar, a la vez, servicio a sus ciudadanos. Precisamente este año ha sido especialmente prolífico, con la construcción de dos nuevos parques infantiles en las localidades de Seisón y Villamediana de la Vega y un proyecto especialmente emblemático: la puesta en funcionamiento de una biblioteca municipal también en Villamediana, la primera del municipio, que también está preparada para acoger conferencias y otros actos sociales y culturales. Es un logro de la única junta vecinal con la que cuenta el municipio y que integra a los pueblos de Villamediana y de Seisón. Como no todo va a ser cultivar el alma, San Cristóbal de la Polantera también ofrece varias sendas que comunican sus pueblos para recorrer caminando o en bicibleta.

Otro de sus proyectos más ambiciosos ha sido la recuperación del canal de la Vega de la Presa de Abajo, una iniciativa municipal para poner en valor esta infraestructura histórica que atraviesa San Cristóbal de la Polantera y que está intrínsecamente unido a la historia agraria del pueblo. Esencialmente vinculado al agua, sus tierras se nutren de las aguas del Órbigo que discurren por las presas de El Moro, la Huerga Torina, y el Canal Alto de Villares.

Precisamente la agricultura es el principal motor económico del municipio, donde predomina el cultivo de la remolacha, la patata y el maíz. De San Cristóbal hay que recordar su origen como pueblo astur, fundado por la tribu de los Egurros, cuya influencia aún está presente en determinados vocablos. También es tierra de presencia romana, como atestigua una placa ubicada en la fachada de la iglesia de Villagarcía de la Vega, y que es una de las curiosidades históricas que guarda este municipio.

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