Las mejores vistas de León
Valderilla de Torío estrena un proyecto de altura, un mirador instalado a casi mil metros de altitud desde el que es posible divisar la Catedral de León y la montaña leonesa
La pequeña localidad de Valderilla de Torío, en el municipio de Garrafe, estrena un proyecto «de altura», con el que quiere mostrar todo el potencial de sus recursos naturales y ofrecer al visitante una experiencia única al contemplar unas vistas tan inéditas como espectaculares de León.
Se trata del Balcón del Torío, un mirador construido por la Junta Vecinal de Valderilla de Torío, uno de los 14 pueblos del municipio de Garrafe de Torío, quizás el más desconocido y recóndito, y uno de losmás bonitos. «Desde hacía tiempo queríamos impulsar un proyecto con el que dar a conocer todo el potencial paisajístico que tiene este pueblo», explica la alcaldesa pedánea de Valderilla de Torío, Leticia Rodríguez, que con la financiación de los planes a las juntas vecinales de la Diputación de León lo ha llevado a cabo con la ayuda de Betula Ingeniería, quienes «se han implicado de lleno en el proyecto», y
con el trabajo de Jorge González Valbuena para la instalación.
El Balcón del Torio es la culminación de una pequeña pero entrañable ruta que parte del apeadero de Feve del pueblo. Desde allí hay un camino de un kilómetro, aproximadamente, que hace una primera parada en un hotel de polinizadores para insectos y un banco para descansar. A partir de ahí comienza la señalización hacia el mirador, ubicado en lo alto, en una espectacular explanada donde se encuentra la ermita o iglesia parroquial del pueblo, y donde se alberga además una bonita imagen de San Miguel Arcángel.
En el lugar, hay una mesa explicativa en la que se ofrece al visitante información sobre la flora y la fauna del lugar, el valor de la trashumancia, la Cañada Real que pasa por allí y Las Ventas que históricamente predominaban en la zona. Una vez arriba el visitante tiene ante sí un paisaje inédito, infinito, en el que poder perderse hasta donde alcance la vista.
«En un día despejado se puede ver la catedral de León, enumerar los pueblos de la ribera, los ríos, se puede percibir, con un poco de imaginación, la Cañada Real, e incluso el Pico Correcillas», explica la presidenta de la Junta Vecinal. En concreto, desde mirador del Balcón del Torío se puede observar la ribera del Torío con los pueblos Abandego de Torío, Palacio de Torío, Villaverde de
Abajo, Canaleja de Torío, Palazuelo de Torío, San Feliz de Torio y al sur la ciudad de León y la Catedral de León y al norte la montaña central Leonesa y sus principales cumbres: Pico Polvoreda (2.007 metros de altitud), Cueto Salón (1.542 m), Peña Valdorria (1.525 m), Peña Galicia y Cueto Ancino.
Otra de las cosas que se busca poner en valor con este cuidado proyecto es la naturaleza.
Entre los extensos robledales se puede observar un hermoso pájaro, muy tímido, escaso y colorido, el Picogordo. También se da una especial importancia a los hoteles de insectos, con las abejas y avispas solitarias, que los utilizan para construir las celdas donde se desarrollará su descendencia. En la naturaleza, estos himenópteros solitarios buscan todo tipo de agujerillos y galerías excavadas
normalmente en madera muerta por una gran variedad de xilófagos, sobre todo larvas de escarabajos.
Por eso, cuando se elimina la mayor parte de esa madera muerta del entorno se genera un grave impacto en todas estas especies que dependen de ella, no únicamente los cientos de especies que la descomponen, también se agrede a los que se alimentan de estas últimas, es decir, muchas especies insectívoras entre las que se encuentran vertebrados como aves, reptiles o micromamíferos.