dulcinea
León.. Son un capricho y un placer para el paladar. Los buñuelos y los huesos de santo inundan los escaparates de las confiterías de la provincia. . ??. por . nuria gonzález. confitería dulcinea Alcázar de Toledo, 15. León 987 22 19 58 - 987 25 55 07
Lucía Martínez, dueña de Confitería Dulcinea que tiene tres tiendas en la capital, posa junto con una dependienta.
Dice la leyenda que los primeros que comieron los buñuelos fueron los moriscos que habitaban los territorios del sur de la Península Ibérica y ocupaban puestos de trabajo de baja categoría. De eso, hace siglos y siglos. Las primera recetas proceden de hace más de cinco siglos.
Hoy, los buñuelos están directamente asociados al 1 de noviembre aunque su venta, cada vez más, comienza antes, nada más pasar las fiestas de San Froilán.
De forma paralela comienza su fabricación y de forma artesanal lo hacen en la confitería Dulcinea, tal y como explica su dueño, Sinaito Llamazares. Hace mucho tiempo que dejaron de ser sólo de viento ya que hoy se rellenan de muchas formas. En Dulcinea los hacen de nata, trufa, cabello de ángel y crema, aunque los más solicitados siguen siendo los de crema y nata, quizá por aquello de mantener la tradición con forma de capricho.
Harina, mantequilla, huevos o leche son algunos de sus ingredientes, si bien cada uno tiene su secreto para darles un toque especial y que se conviertan en un dulce realmente apetitoso para merendar o para terminar la comida de estos días festivos.
Pero además de los buñuelos, los huesos de santo son los otros protagonistas de la repostería de estas fechas. Con una elaboración similar a la del turrón de siempre, después se les añaden ingredientes especiales como chocolate blanco o negro, coco o yema, entre otros.
Estos dulces, con forma de canuto para unos y de huesos para otros, tienen como ingredientes básicos almendra de la mejor calidad, como la que utilizan en Dulcinea, y azúcar y su elaboración es cuidadosa y artesanal.
Durante todos estos días, Dulcinea, que tiene tres establecimientos reposteros en la capital leonesa, elabora hasta 500 kilos de buñuelos y 250 kilos de huesos de santo.
Sinaito Llamazares, con más de tres décadas de experiencia en el negocio, asegura que la crisis también llega al paladar de los más golosos. Y es que se consume menos y, por lo tanto, se compra menos. Eso sí, aunque en menor cantidad, pero un capricho es un capricho.