De viaje a
villadangos
De apellido Páramo, la localidad se alza a los pies del Camino de Santiago, paso obligado de peregrinos. El pueblo conjuga la tradición con un moderno polígono industrial. Además, atesora la mayor colonia de aves de la provincia en el paraje conocido como La Laguna. Una visita necesaria. Pasen y vean
La Laguna, situada a unos 500 metros del pueblo en dirección a Santa Marina del Rey, reúne la mayor colonia de aves de la provincia. Villadangos es también paso obligado del Camino de Santiago, una estela que tiene influencias en su albergue y en la iglesia parroquial. Sus fiestas y sus gentes hacen aún más grande a esta villa que dio renombre al Reino de León.
E ntre lo divino y humano, entre la historia y la leyenda, entre lo religioso y lo pagano. Villadangos se alza a los pies del Camino de Santiago, villa hospitalera, que acoge con los brazos abiertos a tantos y tantos caminantes que hacen un alto en su ruta hacia Santiago. Pueblo entre llanuras, de apellido Páramo, donde sus gentes allá en los años 40 no quisieron perder la oportunidad de la agricultura y construyeron las lagunas artificiales. Hoy, un reclamo turístico que aglutina la mayor concentración de aves de la provincia. La supervivencia de aquellos lugareños, en una tierra árida cuando los regadíos aún no habían llegado, pusieron la semilla de lo que hoy es un presente y un futuro esperanzador con un atractivo más. La Laguna, aunque artificial, presenta una enorme riqueza natural. A unos 500 metros del pueblo, en la carretera que va hacia Santa Marina del Rey, se construyó la que ahora reúne la mayor colonia de aves de todo León.
Más de 135 especies avalan la importancia ornitológica de este entorno. En ella conviven la garcilla buyera o el martinete, así como una zona invernada para varias aves acuáticas. ‘El estanque’ como se la conoce popularmente está situada a unos 880 metros de altitud y tiene una superficie inundada de 10 hectáreas. Entre las especies que conviven en este lugar se encuentran aves acuáticas como la Focha, la Polla de Agua o el Azulón. Además, durante las temporadas de migración, la laguna acoge otras aves como el Patro Cuchara o Porrón Moñudo. Se trata de un paraje único, declarado como Zona Húmeda de Interés Especial.
Villadangos es también paso obligado del Camino de Santiago, el Apóstol modeló con sus pasos la Ruta, que ahora miles de peregrinos al año completan con sus píes, en bicicleta o a caballo. Su influencia quedó marcada en el albergue o en su iglesia, con dos curiosas capillas, una dedicada a las Ánimas del Purgatorio.
El Camino entra en Villadangos tras el Arroyo Valdecelda, la ruta a veces se acerca a la carretera y otras solo la intuye. Para encontrar alojamiento se puede reparar en su albergue, que ya en la Edad Media hacía de hospital de peregrinos, o en alguno de sus hostales u hoteles. La configuración histórica de la villa casa con los edificios más modernos, como el Ayuntamiento cuya remodelación terminó hace unos años dando al pueblo un aire vanguardista y novedoso, en un plaza cargada de historia.
Y de historia saben, y mucho, en esta localidad paramesa. Sus gentes acogieron en el otoño de 1.111 la batalla que dio prestigio al Reino de León. Las tropas gallegas y leonesas se enfrentaron a las de Aragón. Aunque menos en número los de la tierra lograron la supervivencia del heredero al trono y con ella el futuro del Viejo Reino. Una batalla que las calles de la villa volverán a albergar este fin de semana. Desde mañana los combates entre caballeros o el mercado medieval harán viajar a aquella época. Artesanos y comerciantes ofrecerán lo mejor de sí y la ambientación del pueblo ayudará a trasladarse a un tiempo donde Villadangos puso al Reino de León de nuevo en el centro del mapa.
Cualquiera de sus calles o plazas, reducto habitual de vecinos y peregrinos, bien merecen ser inmortalizadas. Un pueblo, dedicado a la agricultura y a la ganadería, que también ha sabido adaptarse a los tiempos y apostar por el sector industrial. Su polígono, uno de los más importantes de la provincia, reúne grandes firmas y compañías nacionales e internacionales. Una apuesta de futuro y por el empleo que marcarán el porvenir, junto con los oficios más tradicionales que ya empiezan a modernizarse, de un municipio agradable, cercano y con todos los servicios.
Villadangos del Páramo suma cinco núcleos de población. Además de la cabecera engloba los pueblos de Celadilla y Fojedo. La llegada del ferrocarril marcó el crecimiento de lo que hoy se conoce como el Barrio de la Estación, una zona bien poblada de la localidad, donde el quinto núcleo lo representa la urbanización Camino de Santiago.
Sus fiestas, sus gentes, ese aura de la que presumen los pueblos jacobeos. La leyenda y la historia que resucita al viejo Reino y la grandeza de unir pasado, presente y futuro en trabajos y proyección industrial hacen de la villa una parada más que obligada tanto para peregrinos como para turistas. Un remanso de paz y ocio de apellido Páramo.