El regreso de los bares: vuelve la herencia de Áurea a León
Os hemos echado de menos. León sin vosotros no ha sido lo mismo. Habéis sido nuestra segunda casa y... a veces, hasta la primera. Hemos pasado tantas aventuras con vosotros. Parte de nuestra vida es también la vuestra. Hemos visto vuestras trapas bajadas y la ciudad sumida en el silencio. Hemos deseado tanto la vuelta del bullicio. Dicen que hoy volvéis. Volveremos con vosotros a tomar el café de primera hora, a leer el Diario de León apoyados en la barra, a comentar las noticias del periódico, a escuchar lo que opina la parroquia de lo que contamos en el Diario, a hacer cola para ojearlo. Hoy habrá periódico y café, o periódico y caña, o un león o un Guzmán en el Áurea. Regresan sus herederos, Óscar y Raquel Díez Sanjosé, bajan desde el Barrio Húmedo, desde su otro bar, El Racimo de Oro, cerrado por el coronavirus, para abrir terraza en la mejor plaza del viejo León, donde la ciudad fue Reino y es santa, en la Plaza del Grano. Un puñado de mesas al sol para cañear y degustar la cocina hecha arte que Áurea aprendió en los fogones y dejó en herencia a tres generaciones. Hoy volvemos porque al fin volvéis.