El problema de los alquileres complica las cosas a los universitarios
El problema de la vivienda en España es conocido y supone un lastre para los jóvenes españoles cuanto intentan emanciparse. Pero el incremento de los alquileres —al acumularse una serie de circunstancias— les afecta también ahora cuando intentan desplazarse a otra ciudad para realizar estudios universitarios. León no es ajena a estos fenómenos y el encarecimiento de los pisos alquilados —que se cifra en torno al 18%— empuja a los que acuden a la ULE a intentar hacerse con una plaza en una residencia. Pero la oferta de este tipo de centros es insuficiente y se calcula que uno de cada tres alumnos que ha solicitado espacio en una residencia está de momento en lista de espera.
El problema del alquiler, que tradicionalmente ha sido más elevado por la existencia de bolsas de viviendas que permanecen cerradas, no ha recibido nunca una respuesta eficaz. Las reformas legales para facilitar garantías a los propietarios frente a los morosos o a los que generan daños no resultan suficientemente convincentes. Ademas, en los últimos años, el uso del alquiler turístico de este tipo de inmuebles ha creado una forma más lucrativa —y en ocasiones mejor avalada— para sacarlas al mercado.
Pero no podemos olvidar que el derecho a la vivienda es fundamental y está en nuestra Constitución. El Estado está obligado a buscar fórmulas para corregir circunstancias perjudiciales para la ciudadanía como ésta de los alquileres inasumibles. No se trata tanto de regular como de generar contextos sociales propicios.